Argentina le ganó 1-0 a Brasil en la final de la Copa América disputada en el estadio Maracaná y con un histórico gol de Ángel Di María dejo atrás 28 años sin títulos.
Luego de seis derrotas consecutivas en finales (cuatro de Copa América, una en el Mundial Brasil 2014 en el mismo escenario de esta noche y otra de Copa Confederaciones), Argentina se sacó la mufa y también se la sacó fundamentalmente Lionel Messi, emblema de los merecimientos de toda una generación. El capitán saldó la deuda más pesada que se le reclamaba.
La corona es, además, la primera que consigue la Selección tras la muerte del máximo símbolo de su historia, Diego Maradona, ocurrida el 25 de noviembre del año pasado.
Los primeros minutos mostraron un encuentro muy equilibrado, con escasas situaciones de gol y mucha fricción en la mitad de la cancha. En ese contexto, Brasil se mostró algo más adelantado y con un ligero dominio del balón, pero sin inquietar a Dibu Martínez.
Sin embargo, la primera ocasión fue para Argentina, con una corrida memorable de Di María, después de una asistencia de De Paul. El zurdo del PSG picó desde la derecha, aprovechó un error de Renan Lodi en el cierre y definió por encima de la cabeza del sorprendido Ederson.
El gol le dio tranquilidad a Argentina, que se adelantó unos metros y ya comenzó a marcar los tiempos del juego, ante un Brasil nervioso y sin demasiadas ideas.
La Selección Argentina rompió así un maleficio de 28 años sin títulos para el combinado mayor. El premio para Messi y una generación de jugadores que supo cambiar la historia.