La distinción a los doctores José Luis y Francisco Aparicio les fue entregada este viernes 5 de noviembre, en un acto desarrollado en el recinto de sesiones, y que presidido por la concejala Renata Ghilotti, de Propuesta Republicana, a quien acompañó el diputado provincial de Juntos por el Cambio, vicepresidente segundo de la Cámara baja santafesina y ex edil Gabriel Chumpitaz.
En tanto también asistieron la ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, y el secretario de Salud provincial, Jorge Prieto.
En el palco de honor “Manuel Belgrano” acompañaron a los doctores José Luis y Francisco Aparicio, sus esposas, Susana y Ester; en tanto en las bancas se ubicaron hijas, hijos, nietas y nietos de los profesionales distinguidos.
El acto se inició con la lectura de los decretos por los cuales se los declara Médicos Distinguidos,
a José Luis Aparicio “en virtud de su trayectoria académica y desempeño en el ámbito de la salud, tanto pública como privada, por su aporte innovador en la nueva técnica de la artroscopía, destacándose además en los valores de solidaridad y compromiso tanto como médico y docente” y a Francisco Aparicio por su “trayectoria académica y desempeño en el ámbito de la salud, tanto pública como privada, por su aporte innovador en medicina física y rehabilitación, destacándose además en los valores de solidaridad y compromiso como médico y docente”.
De Ghilotti y Chumpitaz
La autora de la iniciativa la edila Ghilotti destacó el “honor de reconocer en esta casa a dos grandes personas, a dos grandes profesionales”, respecto a los cuales resaltó su “perseverancia y decisión, con la que todo se puede lograr”.
Marcó sobre ambos “una trayectoria intachable, para dejar en Rosario una huella, una ciudad mejor para todos”.
De igual modo mencionó la decisión de “recuperar la rosarinidad, una ciudad pujante” y en ese aspecto indicó que los doctores Aparicio han sido “dos personas que eligieron vivir en Rosario, donde construyeron sus familias, su mundo laboral”.
Aludió al “orgullo” por otorgar la distinción y dijo sobre los médicos reconocidos: “Están haciendo, hicieron y van a seguir haciendo”.
A su turno el diputado provincial Chumpitaz, mencionó el “honor de participar de esta ceremonia” y dijo que le había preguntado a su padre, médico, sobre los Aparicio y le dijo que “son buena gente”.
Los destacó como “emprendedores, empresarios” y afirmó que “los hermanos Aparicio tienen valores”.
Resumió luego tres condiciones de los médicos distinguidos: “ejemplaridad, experiencia y coraje” y coincidió con la edila Ghilotti en cuanto a “lo que han hecho y siguen haciendo. Muchas gracias por todo lo que están haciendo”.
De Roberto Antoniz
El director ejecutivo del Sanatorio Mapaci, Roberto Antoniz, fue luego el encargado de resumir la extensa trayectoria de los doctores José Luis y Francisco Aparicio, tanto en el ámbito público como la Universidad Nacional de Rosario o el Instituto de Lucha Antipoliomielítica y Rehabilitación (Ilar), como en el privado, entre ellos su actividad como presidentes y directores del Sanatorio Mapaci.
Evocó la llegada de ambos con sus padres, de la Cataluña natal. “Siguen hoy juntos, son inseparables, a los que se agregaron “hijas, yernos y nietos”. Destacó sus “brillantes carreras” y su tarea como “empresarios exitosos”.
Lo mencionó a Francisco en el área de la rehbilitación, “todavía con las secuelas de la epidemia de poliomielitis” y José Luis en la “traumatología”. De igual modo recordó la relación con el Club Atlético Rosario Central, donde durante largos años fueron sus médicos.
En el tramo final de sus palabras Antoniz aseveró: “Supieron dirigir a buen puerto la proa en el mar embravecido de la Argentina”.
Un nieto y una hija
Siguieron las palabras de un nieto y sobrino nieto mayor, Francisco Rouillón, también estudiante de medicina, destacó los “valores éticos y morales”, recordó los “más de 30 años en Central” y la tarea en el Sanatorio Mapaci, al que lo citó como “referencia regional en ortopedia, traumatología y rehabilitación”.
En tanto Rocío Aparicio, hija de José Luis, dijo que hablaba con “orgullo y emoción” y memoró cuando estaba, de chica, con su padre “en Granadero Baigorria- en la Ciudad Deportiva de Rosario Central- o en las pretemporadas en Córdoba.
Narró también la historia de la búsqueda del primer artroscopio que hubo en la Argentina, y como su padre viajó hasta conseguirlo en un pueblo de Alemania donde lo fabricaban, para transformarse en “pionero de la artroscopia en la Argentina” o la decisíón de “comprar un resonador” para el sanatorio para que “pudiera trabajar allí”.
Entrega de las distinciones y agradecimientos
De inmediato la concejala Ghilotti y el diputado provincial Chumpitaz hicieron entrega a los doctores Francisco y José Luis Aparicio las copias de los decretos por los que se los declara Médicos Distinguidos; el correspondiente diploma y también en cada caso las plaquetas.
En su agradecimiento José Luis Aparicio, lo hizo respecto a la edila Ghilotti, “gestora de este reconocimiento” y destacó la presencia de la ministra de Salud, Sonia Martorano, de quien recordó que en plena pandemia, la llamó para solicitarle “un respirador” que necesitaban y no “podíamos obtener en ningún lado, cuando la muerte nos tocaba el timbre”. Sostuvo que lo requerían “para el padre Sandro de la Iglesia San Ramón -que estaba entre los asistentes al acto- y continuó que “poco después teníamos 3 respiradores” para resaltar “el gesto de la ministra, con quien se abrazó, tras sus palabras.
Al continuar con sus agradecimientos los hizo hacia su familia, su esposa, sus hijos, sus hermanos, Francisco y Milagros y para con el director ejecutivo del Sanatorio, Antoniz.
Planteó que “hace 40 años fuimos tras un sueño” en relación al sanatorio para sostener que “cada profesional es un embajador de la calidad” y agregó que son 25 médicos y 10 médicos residentes los que se desempeñan.
Igualmente agradeció a “mis pacientes, objeto de mis desvelos” y “al personal del Sanatorio Mapaci”.
Muy brevemente agradeció también Francisco Aparicio, quien recordó que llegó a Rosario, para estudiar a los 17, y “he cumplido 80”.
De la ministra Martorano
Cerró el acto la ministra de Salud provincial, Sonia Martorano, quien agradeció a la concejala Ghilotti, por el reconocimiento a los hermanos Aparicio, respecto a quienes expresó “gracias totales” .
Destacó su tarea como médicos, de “superarse e invertir” y expresó que “me encuentro feliz de acompañarlos”.
“Agradezco el camino y la huella que marcaron. Gracias por haber apostado siempre a la vida y a la calidad de vida”.
RECONOCIMIENTO A UNA OBRA QUE EVOCA Y CONVOCA A LAS VOCES FEMENINAS
Las autoras de “Siemprevivas, mujeres cantando alrededor de una mesa”, recibieron copia del decreto de declaración de interés municipal.
El viernes 5 de noviembre a las 11 en el recinto de sesiones se relizó el acto formal en el que Myriam Cubelos, Ofelia Castillo y Alejandra Zambrini, creadoras de la obra «Siempre vivas, mujeres cantando alrededor de una mesa» junto a todo el elenco recibieron el decreto de declaración de interés municipal.
Por iniciativa de Susana Rueda, de Rosario Progresista, el Concejo Municipal otorgó el galardón a la obra de teatro musical “por ser una propuesta que busca homenajear y dar voz a las mujeres no reconocidas de nuestra historia, madres, abuelas y antepasadas en general dedicadas a las tareas de cuidado de sus hogares”.
Hacia el inicio del acto, Rueda ponderó la obra y a sus protagonistas quienes “durante la pandemia encontraron una forma de resistencia colectiva en la realización creativa de este espectáculo”. También señaló que la puesta “visibiliza la lucha de las mujeres, nuestras queridas abuelas, y ese lugar tan fuerte que siempre tuvieron con sus luchas, la contención, el amor”.
Además, expresó la emoción que le produjo ver la obra y a sus protagonistas que rinden un homenaje a nuestras abuelas. “Gracias por tanto arte y tanto trabajo que hicieron desde la pandemia. Es un placer poder entregarles esta distinción, felicitaciones y vamos por más”, cerró.
Luego de la proyección de un video que mostraba a las artistas en escena, le tocó el turno para hablar a Miriam Cubellos, quien agradeció a la autora de la iniciativa y el espaldarazo que le dio a la obra la declaración de interés.
“Todo se trata de la cultura de la ciudad y a los trabajadores de la cultura nos ha resultado muy difícil este tiempo de pandemia, por eso es mu importante que se visibilice nuestro trabajo, llegar a la gente.
Al mismo tiempo cuestionó a los medios hegemónicos que no siempre contribuyen a la difusión de las realizaciones locales y «no reconocen la cultura de la ciudad, el sello que tenemos los rosarinos y nos identifica en todo el país».
Luego Zambrini agradeció a «todes» y nombró a colaboradores como Diego Quilicci, Carlos Ferratti y Juancho Perone, quienes estaban presentes en el recinto. “Siempre dimos nuestro apasionado granito de arena, el que llevamos las mujeres en nuestra lucha. Nuestras hijas han sido nuestra inspiración, pero esas voces vienen de lejos, desde hace mucho tiempo. Hay un germen de rebeldía, de pregunta, de confrontación que viene viajando como un susurro, un sonido sordo que hoy estalla en el grito de nuestras hijas”, dijo emocionada.
La directora de la obra Ofelia Castillo recibió el texto del decreto de parte de Rueda y agradeció al Concejo por la declaración de interés.
“Para nosotras es importante la visibilidad, pero no solo por nuestra obra, nuestro sueño es que toda la cultura de Rosario sea declarada de interés municipal”, concluyó y luego cerraron con la interpretación de una de las canciones de la puesta en escena.
La obra musical
La puesta surge de la inquietud de un grupo de mujeres que durante la pandemia del Covid 19 lograron ordenar y expresar sus latencias en esta obra que integra la música y la voz cantada con los recursos dramáticos del movimiento y del cuerpo. En palabras de ellas “este proyecto ha sido nuestra manera de resistir y buscar una voz”.
La música de la obra atravesó un proceso creativo colaborativo con los aportes de cada participante desde sus visiones, sus instrumentos y sus diversas sensibilidades para generar arreglos originales de forma colectiva.
El elenco está integrado por Myriam Cubelos y Alejandra Zambrini en voces; Ofelia Castillo en la dirección; Cecilia Abecasis en piano; Miriam Cribb participa como instrumentista; Camila Montenegro en guitarra; Débora Abecasis en vientos, y Lucía De Croce en percusión, junto a Ramiro Sorrequieta en vestuario, y Cristian «Piero» Alsano en escenografías.
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