Pachelo quedó como principal acusado por el crimen de María Marta y pronto se definirá si será condenado o no. Por el caso, estuvo preso el viudo Carlos Carrascosa pero fue finalmente absuelto. Tras el paso del tiempo, varias pruebas se perdieron.
Por Noticias Argentinas/LT3
El crimen de María Marta García Belsunce cumple hoy 20 años y por ahora permanece impune. En breve, ese capítulo podría cerrarse si es que Nicolás Pachelo, quien era su vecino del country Carmel, es hallado culpable. Pero la causa también quedó al borde de la prescripción por el paso del tiempo y esta es la última oportunidad que tiene la Justicia para dar una respuesta.
Pachelo fue siempre el apuntado por la familia Belsunce de haberla matado durante un robo a su casa el 27 de octubre de 2002, golpe para el que habría contado con la ayuda de dos vigiladores: José Ortiz y Norberto Glennon.
Durante buena parte de estos últimos 20 años el foco estuvo puesto en la familia Belsunce. El viudo Carlos Carrascosa fue primero condenado por encubrimiento, luego recibió una pena a perpetua como coautor del crimen y finalmente fue absuelto. Otros familiares también fueron sentenciados por encubrimiento y luego quedaron libres de culpa y cargo.
Lo cierto es que ahora, y desde hace varios meses se está realizando un nuevo juicio contra Pachelo. Pero hasta el momento no hubo ningún testimonio contundente contra Pachelo, aunque sí varios indicios.
El lunes de la próxima semana la fiscalía -encabezada por Patricio Ferrari y Andrés Quintana- seguramente acuse tal cual lo adelantó al comienzo del debate y pida la pena de perpetua, algo que luego de unas semanas definirá el Tribunal Oral Federal 4.
La última prueba relevante fue la inspección ocular en el country de la cual participó el propio Pachelo quien no había vuelto al lugar donde vivía desde diciembre de 2002.
Un testimonio clave en este proceso es el de un entonces menor que vivía en el country que declaró que vio a Pachelo corriendo aquel domingo en dirección a la casa de García Belsunce a unos metros detrás a ella. El acusado lo niega y asegura que corría en dirección a la salida porque ese día tomó el vehículo que su mujer había dejado en el club House y se largó del lugar.
La otra prueba sobre Pachelo reciente es que una cámara oculta sobre un empleado de su tosquera decía que aquel usó una pistola calibre 32, misma arma que se utilizó para matar a María Marta, aunque no recordaba si ese uso fue antes o después del asesinato. Ese testigo ahora está muerto y es un indicio más se perdió tras 20 años de una investigación.
También falleció en el camino la mujer que trabajaba de personal doméstico para Pachelo y era clave. Es que otra empleada doméstica declaró en el juicio que la chica que trabajaba para el acusado le había contado que el vecino tenía encerrado en su casa del country el perro que le habían robado a María Marta, y es un motivo que provocó un encontronazo entre ambos vecinos. Pero claro, al haber muerto no puede confirmarse.
Una causa que tuvo al viudo Carlos Carrascosa como principal sospechoso
Durante gran parte de estos 20 años estuvo bajo el ojo de la tormenta a Carlos Carrascosa. El fiscal Diego Molina Pico centro su investigación en el núcleo familiar y así llegó, en 2007, a la primera condena contra el viudo por encubrimiento del crimen, y luego, tras un fallo de Casación, directamente por asesinato. Estuvo preso siete años y finalmente fue absuelto.
Carrascosa ese domingo fue quien encontró muerta a su esposa y al inicio lo atribuyó a un accidente que ella pudo haber tenido al golpearse con la canilla de la bañera. Se tejieron enormes sospechas sobre él y su familia, por la demora en que tomó intervención el personal policial, por un plomo que un integrante de la familia arrojó al inodoro, el famoso pituto, y porque se había presentado un certificado de defunción trucho.
Incluso, en 2011, fueron juzgados y condenados Horacio García Belsunce (h), John Hurtig y Guillermo Bártoli, entre otros. Pero ese juicio también fue declarado nulo.
Las sospechas sobre la familia aún en la opinión pública persisten y Pachelo, como parte de su defensa ha intentado desviar la atención hacía allí. Pero el vecino es el que está en el banquillo de los acusados, junto a Glennon y Ortiz.
Pachelo está preso con prisión preventiva por una secuencia de robos que tuvieron lugar fuera del country el Carmel y tiempo después. La secuencia de robos fue algo sobre lo que repararon marcadamente los fiscales porque quieren instalar la denominada teoría del caso: Pachelo era un delincuente que ingresaba a robar a propiedades sobre las cuales hacía una inteligencia previa, se aseguraba que no estuviesen sus moradores, y con complicidad de personal de vigilancia o doméstico, las desvalijaba. Eso sucedió en la casa de María Marta, aunque la tormenta de ese día de hace 20 años la hizo regresar antes y eso selló su destino.