El gobernador aseguró que no se siente frustrado por el escenario criminal imperante y aseguró que “la paz y el orden” siguen siendo su norte. Le puso un “aplazo” a la Policía pero defendió a los agentes con vocación de servicio. Volvió a exigir la intervención nacional
En pocas horas la escena criminal rosarina se prendió fuego. La semana pasada balearon el supermercado de la familia política de Messi a quien amenazaron en una nota y durante el fin de semana se registraron 6 homicidios, uno de ellos de un nenito de 11 años, Máximo, cuyo crimen en Empalme Graneros generó una pueblada. Habitantes de la zona tiraron abajo 7 viviendas –dos de ellas funcionaban como búnkeres de droga– hartos de convivir con narcotraficantes. En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el gobernador Omar Perotti, se refirió al rol de la Policía provincial, la necesidad de avanzar con servicios públicos en zonas calientes, la situación de las cárceles desde donde se siguen cometiendo delitos y, remarcó que es fundamental la intervención de fuerzas federales.
Sin embargo, más tarde, tuvo una mirada más crítica de la fuerza provincial. Ante la consulta sobre cómo calificaría a las fuerzas locales –de 0 a 10–, fue categórico: “arrancando con un aplazo”, soltó y volvió a mencionar a “jefes procesados y presos”. Luego, puso paños fríos: “La Policía no carga la mejor imagen y está haciendo sus mayores esfuerzos para no repetir sus errores, todos con vocación de servicio y apego a la ley. Los otros, no son policías sino delincuentes que manchan el uniforme”, dijo e incluso aseguró que no se suma a quienes le pegan a la fuerza como única respuesta a la problemática de la violencia y la criminalidad.
Tampoco admitió sentirse frustrado por el rumbo que tomó la delincuencia en la provincia, sobre todo, teniendo en cuenta que su lema de campaña fue “paz y orden”. “Es una consigna que comparto y deseo más que nada”, confió. “Tengo las mismas ganas de cambiar pero necesitamos que la población conozca la magnitud de lo que debemos enfrentar, no solo de delincuencia sino del retraso en la calidad de vida donde se dan estos hechos”, manifestó y recordó la tarea social realizada por la hermana Jordán en la zona donde ayer tuvo lugar la pueblada.
“Hay que ordenar, lo que nos queda de plazo, vamos a hacer todo para que estos 9 meses se transiten de la mejor manera. El bunker está en las cárceles y esto lo tenemos que revertir entre todos”, insistió en relación a la necesidad de que fuerzas federales intervengan. “Las áreas de seguridad han tenido con Rosario una relación fría y distante, de una interpretación de lo que tenemos, un análisis técnico”, se quejó y consideró que para empezar a solucionar la problemática del narcotráfico “hay que mejorar el hábitat, crear oportunidades laborales y cerca de los que se sienten excluidos y los que son captados por el narcotráfico”, observó y añadió en ese sentido: “Se requiere de un acompañamiento fuerte pero no solo de efectivos, no solo hablamos de números sino de logística y dinámica. Marcar que no dejamos sola a una ciudad, a una provincia, eso es lo que deseo, que se pueda revertir. Espero una respuesta diferente del presidente Alberto Fernández a las que han dado los ministros que han estado en el área de Seguridad”, dijo.