Se trata de Edgars Rinkevics, quien fuera el canciller que más tiempo permaneciera en ese cargo en el país báltico.
Edgars Rinkevics, exministro de Relaciones Exteriores de Letonia que más tiempo se mantuvo en ese cargo, asumió como presidente en el país báltico y se convirtió en el primer mandatario homosexual declarado en la Unión Europea.
En la ceremonia de inauguración en el Parlamento, Rinkevics rindió el juramento presidencial en presencia de legisladores. En su primer discurso ante el Parlamento como jefe de Estado, prometió promover la justicia, el estado de derecho y una sociedad próspera, inclusiva y respetuosa.
El nuevo presidente es reconocido por sus posición de apoyo a Ucrania y de condena a la invasión rusa, decisión que prometió mantener al iniciar su mandato como presidente.
Rinkevics sostuvo que la política exterior de su país “no tiene margen para cometer errores”, por lo que se comprometió a actuar “rápidamente, con decisión y sabiamente”.
“Durante mi Presidencia voy a defender la creación de una Letonia moderna y fuerte, una Letonia legal y justa, por el bienestar de la gente, por una sociedad inclusiva y respetuosa”, expresó el flamante mandatario, según reprodujo Europa Press.
Rinkevics, quien fungió como ministro de Relaciones Exteriores de Letonia desde 2011, fue nominado para el cargo de presidente por su partido Nueva Unidad después de que el anterior presidente, Egils Levits, decidiera no buscar la reelección.
Rinkevics fue elegido como presidente por el Saeima, el Parlamento de Letonia, con 52 votos a favor. Su contendiente y rival, Uldis Pilens, quien fue nominado por Lista Unida, recibió 25 votos, informó la agencia Xinhua.
En la UE hubo jefes de gobierno abiertamente gays, pero hasta el momento no había habido ningún jefe de Estado.
El primer jefe de gobierno homosexual del bloque continental fue el belga Elio di Rupo. Rinkevics se declaró homosexual en 2014 y ha sido desde entonces uno de los principales defensores de los derechos LGTBI+. El matrimonio homosexual es ilegal en Letonia, aunque desde el año pasado el Tribunal Constitucional, el máximo órgano judicial, reconoce las uniones civiles de personas del mismo sexo.