El incremento alcanzará a todos los usuarios residenciales, industriales y comerciales, aunque con variaciones en su magnitud. Se estima que la suba será de al menos un 150%, pudiendo incluso superar el 300%.
A partir de este miércoles, los usuarios de gas en Argentina se enfrentarán a un aumento en sus tarifas, con un impacto que comenzará a reflejarse en las facturas a partir del próximo mes de mayo. Se espera que este incremento oscile entre el 150% y más del 300%.
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) ha preparado una resolución con los nuevos cuadros tarifarios, los cuales serán publicados en el Boletín Oficial. Este aumento afectará a todos los usuarios, tanto residenciales como comerciales e industriales, aunque la magnitud del mismo variará según cada categoría.
El incremento alcanzará a todos los usuarios residenciales, industriales y comerciales, aunque con variaciones en su magnitud. Se estima que la suba será de al menos un 150%, pudiendo incluso superar el 300%. Por ejemplo, una factura promedio de $4.000 podría aumentar hasta los $15.500 para el mismo consumo de metros cúbicos.
La Secretaría de Energía anunció la semana pasada los nuevos valores que los usuarios deberán abonar por el costo de producción del gas a partir de este mes. Según informó, en promedio, los hogares de ingresos altos pasarán a pagar de $2.961 a $9.271; los de ingresos bajos, de $838 a $2.462, y los de ingresos medios, de $1.975 a $6.375. Sin embargo, este componente solo representa una parte de los tres ítems que conforman las facturas.
Enargas publicará este miércoles los incrementos correspondientes a los componentes de transporte y distribución, los cuales representan aproximadamente el 35% del costo total de las facturas. Estas tarifas se aplican a las empresas responsables del transporte y distribución del gas desde los centros de producción hasta los hogares. Este aumento será uniforme para todos los usuarios, ya que no hay segmentación en estos componentes de las facturas.
De materializarse todos estos aumentos, las tarifas podrían incrementarse en promedio en $8.000 en un mes, sin tener en cuenta la reducción de subsidios establecida por la Secretaría de Energía.
Aunque los pedidos de ajuste realizados por las empresas no son vinculantes, se anticipa algún tipo de incremento, dado que la mayoría de las empresas reportaron pérdidas el año pasado debido al congelamiento de sus ingresos en un contexto de alta inflación.
Se espera que el ente regulador del gas apruebe un aumento del 350%, lo que implicaría un incremento en la tarifa final de al menos el 70%.