En un plenario de comisiones se acordó que los equipos de asesores de los autores de los 11 proyectos trabajen desde ahora en una síntesis de las distintas propuestas.
La Cámara baja reanudó el debate en comisiones en torno de los contratos de créditos UVA y dio un paso más en la búsqueda de consensos mínimos para el dictamen.
Un nutrido grupo de diputados, la mayoría de ellos opositores, había retirado previamente la convocatoria a sesión especial que estaba pedida para tratar los proyectos que proponen una reestructuración de los contratos de créditos UVA a raíz de las deudas acumuladas,
En un plenario conjunto de las comisiones de Finanzas y Presupuesto y Hacienda, se acordó que los equipos de asesores de los autores de los 11 proyectos trabajen desde ahora en la unificación de criterios para intentar sintetizar las distintas propuestas.
El diputado nacional Julio Cobos (UCR), quien encabezaba el pedido de sesión especial junto a otros 40 legisladores de la UCR, el PRO, el Partido Socialista e incluso del Frente de Todos, había intentado apurar la votación, pero lo cierto es que no se habían enhebrado los acuerdos ni siquiera para habilitar el quórum en el recinto, ya que tanto en el oficialismo como en Juntos por el Cambio persisten las dudas sobre un plan de salvataje para los deudores UVA.
No obstante, la maniobra de presión le sirvió para reactivar el trabajo de las comisiones que tenían frenado el tratamiento desde septiembre del año pasado (en noviembre se realizó otra reunión pero sólo de Finanzas).
La realidad es que la sesión que se había convocado estaba condenada a malograrse, ya que si milagrosamente superaba el filtro del quórum, después el proyecto tenía que conseguir la improbable suma de dos tercios de los votos presentes, dando que hubiera llegado al recinto sin dictamen. El camino más lógico es a través de la discusión en las comisiones.
Al abrir el encuentro, la presidenta de la comisión de Finanzas, Alicia Aparicio (Frente de Todos) recordó que el año pasado se realizaron tres reuniones informativas en las que intervinieron deudores UVA que relataron “la gran angustia” que viven junto a sus familias por no poder cumplir con las cuotas del crédito, que se subieron exponencialmente producto de la inflación.
Por su parte, Cobos señaló que su proyecto, que propone aplicar el índice de actualización UVI (vinculado al valor de la construcción), “contempla un principio de solución para los que hoy tienen el crédito, pero también para el futuro, porque lo cierto es que hoy no hay crédito hipotecario en Argentina”.
El mendocino detalló que “se otorgaron 75 mil créditos en 2017, 80 mil en 2018, solo 9 mil en 2019 y 20 mil en el 2020”.
Reconoció que “no hay morosidad porque la gente lo último que deja de pagar es su vivienda“, pero recordó que “hubo cinco congelamientos y el último una convergencia”, razón por la cual desde “mediados del año pasado recién (los tomadores de créditos UVA) están pagando la cuota en toda su magnitud”.
El radical explicó que el problema estructural que está detrás de las dificultades para afrontar las elevadas cuotas radica en la inflación, y destacó que “hasta septiembre de 2018 estuvo por encima la evolución del salario” por sobre la suba de precios, por lo que no representaba un asunto tan grave.
Respecto de las distintas alternativas para el cambio del índice de actualización de los créditos hipotecarios, que van desde el Coeficiente de Variación Salarial, el RIPTE o el UVI, se mostró confiado en que finalmente se van a “poner todos de acuerdo” en un criterio único.
“Hay proyectos que hablan de un fondo compensador, otros no. Otro punto a discutir es la fecha de corte (para la actualización)”, puntualizó Cobos, y agregó que hay consensos sobre la medida de suspender los desalojos y las ejecuciones hipotecarias.
Contrariamente al mendocino, el diputado de Evolución Radical Martín Tetaz defendió la continuidad del mecanismo UVA, del cual aseguró que “funciona muy bien y lo tenemos que cuidar”.
Para el economista, “no hay que romper contratos” ni “establecer regulaciones que terminen como la Ley de Alquileres”, de la cual dijo que se sancionó por “buena voluntad” de los legisladores, pero “terminó generando más problemas que soluciones”.
Tetaz afirmó que “todos los temas que son atribuibles a UVA no son por UVA, sino por la inflación y la caída de los salarios”, y en ese sentó argumentó que “la caída real de los salarios afectó a toda la economía y no tiene que ver con los UVA”.
“Si rompemos el mecanismo, empezamos a cambiar tasas o condiciones, o cambiamos los contratos vamos a generar mucho daño. Por eso no estoy de acuerdo con el reajuste de los créditos con anterioridad, sería una violación de los contratos que nosotros no vamos a acompañar. Lo que tampoco me gusta y genera mucho ruido es la figura de un fondo compensador”, consideró.
Por el Frente de Todos, Juan Manuel Pedrini indicó que la cotización de la UVA al 30 de junio de 2017 era de 19,33 pesos y hoy está en 214,25 pesos, un aumento del 1.108%, que calificó de “demencial”.
El chaqueño reconoció que “los que tomaron los créditos hipotecarios tienen un bien que se cotiza en dólares”, con lo cual se minimiza el daño, pero en el caso de los que tomaron créditos para comprar un auto, por ejemplo, “hoy tienen una deuda impagable y el auto vale el 30% o 40% de lo que valía en ese momento, por lo tanto la situación es muchísimo peor”.