Es para continuar con su tratamiento por la lesión en el maxilar. Habrá dos sucesores: uno en la parte operativa y otro en la administrativa.
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se tomó una licencia médica, en principio hasta el próximo 25 de mayo para complementar estudios médicos y el tratamiento correspondiente por una lesión en el seno maxilar, tras las heridas sufridas durante una agresión por parte de colectiveros que reclamaban por la muerte de Daniel Barrientos, chofer de la línea 620 en un robo.
Así lo informó el Gobierno bonaerense, que indicó que Berni “será reemplazado en la parte operativa por el subsecretario de Formación y Desarrollo Profesional, Javier Alonso”, mientras que de la cuestión administrativa se encargará “el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak”.
“De esta manera, continuamos trabajando para dar respuesta a los problemas de las y los bonaerenses a partir de la inversión, profesionalización y modernización de la fuerza de Seguridad de nuestra Provincia”, indicó la gestión de Axel Kicillof.
Aquella protesta de choferes derivó en agresiones contra Berni y es probable que tenga que ser operado, porque el problema no se resolvió con los cuidados recetados.
El pasado 3 de abril en la intersección de las avenidas Juan Manuel de Rosas y General Paz los colectiveros reclamaron por la inseguridad, tras el crimen de Barrientos arriba de un interno de la línea 620, y algunos de ellos golpearon al ministro de Seguridad. A raíz de las heridas sufridas, Berni sufrió una fractura de maxilar superior y un traumatismo de cráneo.
El 11 de abril, dos de los choferes que lo agredieron y que luego ueron detenidos por algunas horas, le pidieron disculpas públicas al funcionario bonaerense.
En ese sentido, Jorge Galeano le dijo que se sentía mal por lo ocurrido y que era una “persona de trabajo”: “Cometí un error y esto no puede volver a pasar, con violencia esto no se arregla”.
Por su parte, Jorge Cerda, el otro chofer, aseguró que cuando agredieron al funcionario tras el homicidio de su compañero Barrientos en La Matanza se les “soltó la cadena”.
“Somos personas trabajadoras que amamos lo que hacemos”, remarcó Cerda, otro de los apresados en ese entonces.
Berni agradeció las disculpas y señaló: “Mis disculpas fueron desde el mismo momento. Jamás generé nada y, como dije, nunca voy a hacer la denuncia, porque entiendo esta situación”.
A pesar de que el ministro no inició acciones legales por las agresiones, la Justicia actuó de oficio y llevó a cabo la investigación que derivó en esas detenciones.