Del calor de las playas marplatenses al frío de la Antártida, la alegría no diferenció entre las fronteras provinciales y disfrutó gracias a la Scaloneta.
Por Noticias Argentinas/LT3
A pesar de que el Obelisco siempre se lleva todas las miradas, en cada rincón del país la locura por la coronación de la Selección argentina en el Mundial de Qatar 2022 se plasmó en calles, plazas y monumentos, que se vistieron de celeste y blanco.
El día soleado permitió que las playas de Mar del Plata se colmaran de hinchas que sufrieron el partido contra Francia, pero terminaron llorando de alegría.
En la Antártida, punto contrapuesto en lo que se refiere a temperaturas, se vivió de la misma manera, salvo que en vez de gente aprovechando para tomar sol, hubo abrigadas camperas.
A pocos kilómetros de allí, en la ciudad de Ushuaia la gente salió masivamente a las calles céntricas para festejar, tras el sufrimiento de la remontada francesa.
En la ciudad chaqueña de Las Breñas también se vivió con mucha intensidad el festejo e incluso se saltó y cantó al ritmo del Himno Nacional Argentino.
En Córdoba, el punto de reunión para todo tipo de festejos es el Patio Olmos y sus alrededores y hasta allí llegaron miles de hinchas para festejar la obtención de la Copa del Mundo.
La Policía de la Provincia dispuso de 300 efectivos en la zona y se estima que los festejos se extenderán a lo largo del día y la noche.
En Tucumán, el gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo, festejó así en Trancas su pueblo natal, junto a muchos hinchas.
En tanto, en Jujuy la celebración principal fue en plaza Belgrano, donde una multitud decidió dar rienda suelta a la alegría con el cántico, insignia de la Selección Argentina, “Muchachos…”
En San Pedro de Jujuy el tránsito fue interrumpido y hay un gran operativo de seguridad por la cantidad de simpatizantes que arribaron a distintos lugares d ela zona para festejar. En Libertador, Perico, San Pedro, La Quiaca se multiplicaron los festejos que con seguridad se extenderán hasta la noche.
En el Aeropuerto Internacional “El Plumerillo”, en Mendoza, un pequeño grupo de personas que tenía previsto tomar un vuelo en la tarde de este domingo pudo festejar antes de tener que apagar el celular para subirse al avión.