La investigación científica es un hito en la investigación y genera debate entre los profesionales.
Un equipo de científicos chinos alcanzó un logro significativo en el campo de la clonación al anunciar el nacimiento de «Retro», un mono Rhesus clonado, marcando un hito en la investigación biomédica.
Este avance, publicado en la revista Nature Communications, es notorio ya que «Retro» sobrevivió más de tres años, un período de vida inusualmente largo para un primate clonado.
En el pasado, la clonación de primates enfrentó numerosos desafíos. En 1999, se logró clonar a un mono Rhesus, llamado Tetra, mediante una técnica conocida como «división embrionaria».
Sin embargo, otros intentos posteriores resultaron en una corta supervivencia de los clones. Esto cambió con «Retro», cuyo nombre hace referencia al proceso de «reemplazo de trofoblastos» utilizado por los investigadores chinos para mejorar la eficiencia de la clonación.
El proceso utilizado para clonar a «Retro» implicó la sustitución del trofoctodermo del embrión clon por el de un embrión normal en la etapa de blastocisto, lo que permitió el desarrollo de una placenta sana y, en consecuencia, un mayor índice de supervivencia.
De 113 embriones obtenidos, solo 11 fueron implantados y resultaron en dos embarazos, de los cuales solo «Retro» nació vivo.
Monos y humanos
Este descubrimiento es fundamental, ya que los primates clonados y genéticamente idénticos pueden ser cruciales en la investigación biomédica, particularmente en enfermedades para las cuales actualmente no hay tratamiento.
Este avance abre interrogantes a la clonación humana porque sigue siendo un tema de intenso debate ético y legal.
La Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas en 1998, prohíbe expresamente la clonación de seres humanos.
Los investigadores chinos han reiterado su postura contra la clonación reproductiva humana, considerándola inaceptable y no parte de sus planes futuros.
A pesar de los desafíos y controversias, el caso de «Retro» abre nuevas posibilidades en la investigación científica pero genera un escenario de incertidumbre.