Unas 30 mil personas se concentraron este jueves en el estadio que el domingo recibirá al duelo futbolístico de la ciudad. Jugadores y cuerpo técnico salieron a la cancha y se contagiaron de la hinchada. Operativo con más de 200 policías.
Como en cada semana previa al clásico rosarino, los hinchas de Newell’s se congregaron este jueves a la tarde para su tradicional banderazo en el Coloso del Parque, con el fin de darles una última muestra de apoyo a los futbolistas y al cuerpo técnico antes de enfrentar a Central, el próximo domingo a las 19.45 en el estadio Marcelo Bielsa.
Las puertas del Coloso se abrieron a las 18.30 y en poco tiempo unas 30 mil personas poblaron las tribunas con el característico color de esta celebración.
El plantel -incluido Éver Banega, que se lo perderá por sanción- salió a la cancha poco antes de las 20 y rápidamente se contagió de la hinchada, con cánticos y también saltos en el campo todos abrazados para empezar a palpitar el partido más importante de la ciudad.
El Ministerio de Seguridad montó un operativo con más de 200 policías con el fin de garantizar que la celebración, llevada a cabo por los hinchas desde hace más de dos décadas, se desarrolle sin inconvenientes.
Luego de un comienzo de temporada con cuatro partidos ganados de manera consecutiva, la Lepra sufrió dos golpes que la bajaron a tierra: perdió por goleada frente a Racing, en el Coloso, y después cayó contra Estudiantes, en La Plata, encuentro en el que además fue expulsado Éver Banega, por lo que el capitán y mejor jugador del equipo no estará en el clásico.
Al margen de cómo llega el conjunto de Mauricio Larriera, este jueves los jugadores recibirán el aliento de los hinchas en el Coloso para llegar con una inyección anímica extra al duelo del domingo contra los de Miguel Russo, que en la fecha pasada vencieron a Gimnasia en Arroyito.