Seis agentes policiales de la provincia de Santa Fe fueron imputados por cobrar coimas, armar causas falsas y otros delitos relacionados con el microtráfico.
Los agentes, parte de la Brigada Motorizada, utilizaron información de una vendedora de drogas para llevar a cabo operativos ilegales. Se les imputan delitos como falsedad ideológica, cohecho pasivo, omisión de persecución penal y privación ilegítima de la libertad.
También se les acusa de haber plantado drogas a un consumidor y golpeado a otro para obtener información. La investigación reveló que los agentes utilizaron herramientas de la ley de microtráfico para recaudar dinero y obtener información ilegalmente.
Una médica policial también fue imputada por insertar declaraciones falsas en su informe sobre el estado de salud de un detenido, encubriendo así los apremios ilegales sufridos.