Ricardo Panadero está acusado de haber secuestrado, abusado y matado a la adolescente de 15 años en febrero de 2001.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de Mar del Plata dará a conocer este miércoles el veredicto contra Ricardo Panadero, el cuarto policía acusado de haber secuestrado, abusado y matado a Natalia Melmann en 2001.
A cargo de los jueces Néstor Conti, Mariana Iriani y Juan Galarreta, se buscará saber si Panadero es culpable o no de los delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas y homicidio agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa”.
Este juicio se lleva a cabo 22 años después del atroz crimen de la adolescente de 15 años en Miramar. En primera instancia habían sido condenados a prisión perpetua tres policías: Oscar Echenique (63), Ricardo Anselmini (55) y Ricardo Suárez (60).
En tanto, Ricardo Panadero fue absuelto en dos oportunidades “por falta de pruebas”. Sin embargo, el Tribunal de Casación Penal provincial decidió en 2019 anular el fallo y anunció que el cuarto policía de la Bonaerense debía ser juzgado por su participación en el crimen.
Ana María Caro, fiscal del primer juicio, sostuvo en su defensa que Panadero debía ser juzgado ya que “existió una apreciación incorrecta del material probatorio” y que “se prescindió de elementos relevantes”.
“Espero que lo condenen, hace 22 años que lo venimos cruzando acá en el pueblo”, expresaron con dolor los padres de Natalia antes de ingresar al TOC 4 de Mar del Plata.
El crimen de Natalia Melmman
La adolescente de 15 años fue asesinada el 4 de febrero de 2001 en la localidad balnearia de Miramar cuando fue a bailar con sus amigos.
Testigos indicaron en sus declaraciones que cerca de las 7, mientras regresaba a su casa, Gustavo “El Gallo” Fernández abordó a la joven y la obligó, mediante golpes y empujones, a subir a una camioneta.
Luego de ser capturada, fue llevada a una casa en el extremo sur de Miramar donde fue torturada y violada en reiteradas oportunidades por cinco policías.
La autopsia confirmó que Natalia fue estrangulada con un cordón de una de sus zapatillas hasta matarla.
Se presume que mantuvieron el cuerpo ya sin vida de la joven durante cuatro días en la casa hasta que, tras el conocimiento de su desaparición en los medios de comunicación, decidieron dejarlo en el vivero dunícola “Florentino Ameghino” cubierto por hojas y ramas.