Cumple su pena el gasista de calle Salta: la incógnita sobre si cargó con la culpa de todos

Carlos García, el único condenado por la explosión de calle Salta 2141 que dejó 21 muertos en agosto de 2013, está a punto de cumplir la pena de cuatro años de prisión que le impuso la Justicia. Según confirmó su abogado, Hugo Buffarini, el próximo 3 de abril se dará por cumplida la condena, que García ha cumplido bajo arresto domiciliario debido a su edad avanzada y problemas de salud.

“La fecha que calculó el juez penal de ejecución se fijó en el 3 de abril de 2025. Ese será el día en el que se da por cumplida reglamentariamente la pena”, explicó Buffarini en diálogo con LT3. El defensor detalló que su cliente, de más de 70 años, ha cumplido la condena en su casa desde 2022, bajo monitoreo judicial y con una tobillera electrónica.

La explosión ocurrió el 13 de agosto de 2013 en un edificio de calle Salta al 2100, en el centro de Rosario. El hecho, considerado la mayor tragedia de la ciudad, dejó 21 víctimas fatales y numerosos heridos. Durante el juicio, 11 personas fueron acusadas, pero solo García, un gasista matriculado, fue condenado por “estrago culposo agravado“.

Buffarini sostuvo que su cliente fue utilizado como “chivo expiatorio“. “En el banquillo de los acusados estuvieron once personas, entre ellas García. De los 11, uno solo salió con condena de responsabilidad penal. Alguien debía responder y se seleccionó a la parte más débil, que fue García”, afirmó el abogado.

El defensor recordó que, días antes de la tragedia, García había acudido a Litoral Gas para informar sobre la necesidad de reparar una válvula de seguridad. “La empresa le dio autorización verbal para realizar el trabajo, pero no envió a un técnico a supervisar. Hubo una omisión por parte de la empresa“, argumentó Buffarini.

A pesar de los recursos presentados, las apelaciones y un recurso de inconstitucionalidad elevado a la Corte Suprema de Santa Fe, la condena a García se mantuvo firme. “Siempre sostuvimos que en el fallo se había seleccionado a un chivo expiatorio”, insistió Buffarini.

Tras casi 12 años de lucha judicial, García enfrenta el final de su condena con un deterioro significativo en su salud y su vida personal. “Ha habido un deterioro importantísimo, no solo por la pérdida de trabajo, sino por toda la presión y la exposición que tuvo. El hombre se aisló de la vida normal”, lamentó su abogado.

Mientras García se prepara para recuperar su libertad plena, la tragedia de Salta 2141 sigue siendo una herida abierta para las familias de las víctimas y para la ciudad de Rosario. El caso dejó en evidencia fallas en los protocolos de seguridad y responsabilidades compartidas que, según los defensores, no fueron debidamente investigadas.

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