Escrito por LT3
Las exposiciones “Máquinas nómadas. Vestigios del futuro en la colección pública de arte contemporáneo de Rosario”, “La tregua del agua” de Max Gómez Canle, “Soy bidi” de Ana Wandzik y “Las cosas de nuevo” de Juan Hernández, se podrán visitar desde el próximo viernes hasta el 21 de julio en el Macro
El próximo viernes 10 de mayo, a las 19 hs, en Bv. Oroño y el río Paraná, se inauguran las muestras “Máquinas nómadas. Vestigios del futuro en la colección pública de arte contemporáneo de Rosario”, “La tregua del agua” de Max Gómez Canle, “Soy bidi” de Ana Wandzik y “Las cosas de nuevo” de Juan Hernández. Las exposiciones podrán visitarse hasta el domingo 21 de julio, de miércoles a sábados y feriados de 13 a 19 y domingos de 10 a 19. Visitas guiadas a las 17 y turnos para recorridos grupales disponibles.
A lo largo de sus 20 años, y desde distintas prácticas, el macro ha trabajado desde la apertura, la diseminación, la irradiación. Tomando como punto de partida esas experiencias, el programa de trabajo anual para todas las áreas del museo en 2024 será macro.Irradiaciones.
“Creemos, hoy más que nunca, después de 20 años de experiencia, en el arte como producción colectiva, que surge, se nutre de y tiene que volver a la comunidad que le da sentido: quienes habitan, trabajan, transitan y/o visitan la ciudad de Rosario”, expresa su director Roberto Echen.
Desde esa mirada, en los pisos 1, 2 y 3 del museo se desplegará la exposición “Máquinas nómadas. Vestigios del futuro en la colección pública de arte contemporáneo de Rosario”, con piezas de la colección del museo. Las vidas nómadas son testimonio de la capacidad humana para adaptarse a los rigores del entorno.
En lugar de resistir los cambios estacionales, ambientales, sociales, los grupos nómadas adoptan la movilidad como una herramienta fundamental para su subsistencia. Estos modos de vida son esencialmente colaborativos y establecen una coexistencia con un mundo en mutación.
Forman parte de la exposición la instalación Relación, de Román Vitali, recientemente intervenida por el equipo de conservación del macro, y Tótem, de Juana Heras Velasco, al cumplirse 100 años de su nacimiento y participado de las acciones conmemorativas propuestas por el Archivo Taller Heras Velasco.
Se presentan, además, tres nuevas incorporaciones al patrimonio público: la documentación del proyecto “Fono Raggy” de Federico Gloriani, dibujos del artista Aníbal Brizuela y el video “Persona” de Liv Schulman adquirido en 2022 gracias al Programa de Museos de arteBA 2022 y la contribución de Milbia Rosso.
Se exponen también las obras de Andrea Barrera Mathus, Pauline Fondevila, Grupo Rozarte, Leandro Tartaglia, Laura Códega, Enio Iommi, Irene Banchero, Hugo Aveta y Oscar Smoje. Junto con la exposición de piezas de la colección contemporánea también habrá propuestas de artistas invitados.
En el piso 4 se presenta “La tregua del agua” de Max Gómez Canle con curaduría de Fernando Farina y BienalSur. El artista plantea una mirada poco común, hacia abajo, mientras se pregunta acerca del paisaje y su representación.
A través de una serie de pinturas, que acompaña con anotaciones, se detiene en los charcos de agua y hace un relevamiento evitando la división entre hombre y naturaleza, que en la pintura de paisaje se manifiesta con el hombre como observador y el paisaje organizado matemáticamente con la perspectiva.
El piso 5 albergará “Soy bidi” de Ana Wandzik. Sobre esta propuesta la artista Mónica Heller, escribe: “Ana recolecta ramitas que provienen de distintos lugares geográficos de Rosario, de alrededores de su casa y de la isla. Comparten un claro y obvio origen común, todas se desprendieron de un árbol en algún momento”.
“Cayeron al suelo y fueron recolectadas. Ante sus ojos son un medio, materia prima para el dibujo que ha caído de los árboles. Son ritmos, direcciones, líneas, texturas, movimientos (…) Si cada rama es una línea, muchas líneas al lado de otras podrán ser vistas como tramas. Estos conjuntos formarán el sustrato de la pintura que recibirán luego. Un lienzo para nada inocuo”.
En el piso 6 se podrá disfrutar de “Las cosas de nuevo” de Juan Hernández. Para esta exposición, Hernández invitó a Pando a intervenir con grafitis las paredes de la sala donde expondrá sus obras. Los dibujos en aerosol están basados en relatos de sueños propios recopilados por Hernández en una serie de bitácoras oníricas. Pando interpreta estos textos como se interpreta la música a partir de una partitura.
Los grafitis que ocupan la sala cuestionan las distinciones entre el exterior y el interior del museo. Estas marcas propias de la calle pueden leerse como la emergencia de un inconsciente colectivo que es paisaje de nuestras escenas cotidianas. Las pinturas de Hernández, elaboradas en óleo, esmalte y témpera, evocan paisajes urbanos silenciosos y fueron creadas a lo largo del periodo que abarca desde 2013 hasta la actualidad.
Todas estas propuestas tienen un correlato en Zona amig(), un espacio de mediaciones, talleres para todas las edades y actividades en el piso 7 con diseños de Lucía Tognarelli. Aquí las y los visitantes son invitados a jugar, reflexionar, contemplar, leer, dibujar, crear, relajarse o hacer uso de los dispositivos diseñados especialmente por artistas y por el área Mediaciones del museo.
Museo de arte contemporáneo (macro)
El macro (Museo de arte contemporáneo de Rosario) fue inaugurado el 16 de noviembre de 2004. Se sitúa en los ex silos Davis, una construcción ubicada a orillas río del Paraná, conformada por ocho cilindros de cemento usados originalmente para el almacenamiento de granos. La torre de diez pisos, que antiguamente albergaba oficinas cerealeras, hoy se utiliza para exposiciones, depósito de obras, administración y servicios para el público.
Desde su habilitación, la pintura exterior del edificio es renovada periódicamente a partir de propuestas seleccionadas en concursos nacionales. La primera vez fue sobre la base de un proyecto perteneciente a la arquitecta Cintia Prieto. La segunda, en 2010, con un diseño del trabajador portuario Martín Marcos Agüero y en 2017 se renovó con la propuesta de los arquitectos Ezequiel Dicristófaro, Juan Maurino y Maite Pérez Pereyra.
Las exposiciones, proyectos curatoriales y actividades públicas del macro tienen el objetivo de hacer visibles producciones, procesos y circuitos propios de las prácticas artísticas contemporáneas, buscando evidenciar las complejidades y derivaciones que subyacen en ellas. El museo busca promover propuestas que profundicen la dimensión federal del arte argentino, entendiendo que el debate sobre las prácticas artísticas debe asumirse desde una perspectiva multipolar.
El macro busca alojar los distintos circuitos de producción y las heterogéneas estéticas del presente con el objetivo de propiciar la construcción de una escena significativa y diversa, que sea sensible a los cambios y transformaciones de las sociedades contemporáneas.
El macro gestiona, preserva y expone el patrimonio público más importante y plural de arte contemporáneo de la Argentina. La colección, que cuenta con casi un millar de piezas, es representativa de los más numerosos lenguajes: pintura, instalaciones, fotografía, videos, expresiones performáticas, digitales y experimentales.
Este acervo es anualmente incrementado y actualizado a partir de los premios del Salón Nacional de Rosario, adquisiciones y donaciones. Entre sus incorporaciones más recientes se destacan nombres como Mariana Telleria, Adrián Villar Rojas, Verónica Meloni, Leandro Katz, Lucrecia Lionti, Claudia del Río, Manuel Brandazza y Virginia Negri.
También la dimensión documental de las prácticas contemporáneas es abordada desde del programa FAAC (Fondos abiertos de arte contemporáneo). Las particularidades de las prácticas contemporáneas son abordadas desde programas y estructuras institucionales flexibles que discuten y proponen perspectivas innovadoras en relación al patrimonio y los programas públicos.
El área de Experiencia macro propone dispositivos e instancias de intercambio para los diversos públicos que habitan el museo y participan de sus actividades. En el año 2020 comenzaron los Microdiálogos como alternativa a los recorridos y visitas guiadas tradicionales, teniendo en cuenta variables tales como el diseño expositivo, las particularidades del edificio, la circulación, los tiempos de permanencia en sala, entre otras.
El museo también desarrolla ejes de producción colaborativa con otros actores, ámbitos e instituciones. Uno de sus programas es Irradiaciones macro que promueve acciones transversales entre el museo y la ciudad, generando encuentros y procesos de trabajo colectivos. Así se han desarrollado acciones con centros de salud, parques-huerta, espacios culturales autogestivos, Centros de Distrito Municipales, programas de transformación comunitaria y economía social.