Está ubicado en la provincia de Jujuy y se destaca por contar con una de las termas más lindas de la Argentina.
En la Argentina hay una gran cantidad de termas: las más icónicas y conocidas están en la provincia de Entre Ríos, pero el Norte argentino tiene una gema bien guardada que pocos conocen y que se destaca por ser un oasis natural de aguas cristalinas y terapéuticas que está enclavado en un paisaje de ensueño.
Se trata de las Termas del Jordán, que están ubicadas en el corazón de las Yungas de la provincia de Jujuy y se destacan por contar con aguas cristalinas de color turquesa que presentan una gran mineralización -sulfatos, cloruros y sodio- que llegan a alcanzar los 30 grados y se consideran terapéuticas, brindando beneficios para la piel y problemas reumáticos.
Este bello sitio está ubicado de manera contigua al Parque Nacional Calilegua y para llegar hasta él se debe tener en cuenta un requisito importante: para ingresar hay que pedirle permiso a una comunidad aborigen local que se encarga de mantener el lugar limpio y evitar su deterioro: ellos asignan un guía a los turistas para que los acompañe durante su visita.
Qué hacer en las Termas del Jordán
Las Termas del Jordán son un lugar ideal para hacer caminatas y actividades relacionadas con la naturaleza. En la zona aledaña de San Francisco además se puede visitar edificios históricos como la Iglesia, el Monumento a la Pachamama y calles de tierra colorida.
San Francisco tiene una gran variedad de hostels, campings y cabañas para alojarse a precios módicos. La época ideal para visitar este paraíso norteño es entre abril y noviembre, debido a que en el verano suele haber lluvias muy copiosas que dificultan la visita.
Cómo llegar a las Termas del Jordán
Las Termas del Jordan se encuentran en la localidad jujeña de San Francisco, ubicada en playas yungas, casi 20 kilómetros al sur de Valle Grande. Para llegar desde San Salvador de Jujuy hay que tomar primero la Ruta Nacional 66, la RN 34 y luego la Ruta Provincial N° 83, atravesar el Parque Nacional Calilegua y en San Francisco hay que caminar ocho kilómetros hasta las termas con el guía local aborigen designado.