La caja apareció sobre uno de los accesos al Palacio de Justicia, sobre la calle Tucumán, y activó el protocolo de seguridad ante la posibilidad de que fuera un explosivo.
El paquete dejado el miércoles sobre una de las entradas laterales del Palacio de Tribunales, con una inscripción dirigida al fiscal Diego Luciani, contenía unas tablillas y una pequeña caja de madera balsa.
Así lo confirmaron a NA fuentes judiciales, que reconocieron que “en principio se sospechó que pudiera ser una bomba”.
El extraño episodio ocurrió aproximadamente a las 17, fuera del horario de atención al público en la sede judicial, cuando el paquete –poco más grande que un sobre de tamaño oficio- fue dejado por un desconocido cerca de una garita de seguridad situada sobre la calle Tucumán.
Por allí hay dos accesos al Palacio de Justicia: una para público en general y otra que conduce a la Secretaría Electoral; ambos estaban cerrados.
El paquete generó la activación de un protocolo de seguridad, que incluyó el desplazamiento de efectivos de fuerzas de seguridad y una brigada antiexplosivo y la interrupción del tránsito en la calle Tucumán, entre Talcahuano y Uruguay.
Rápidamente los efectivos comprobaron que el paquete no contenía explosivos y cuando lo abrieron hallaron “un objeto de madera balsa” y “unas tablillas” del mismo material, sin inscripción alguna.
El fiscal Luciani -quien pidió 12 años de prisión para la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en la Causa Vialidad- no tiene despacho en el Palacio de Tribunales sino en el edificio de Comodoro Py 2002.
El juez que interviene en el caso, Sebastián Casanello, ordenó una serie de medidas de investigación, entre ellos la declaración de los policías que tomaron intervención y el secuestro de las cámaras de seguridad –que abundan en el lugar- para establecer cómo llegó el paquete hasta el acceso a la sede judicial.