Está en el límite con Río Negro y en sus costas se puede pescar lenguados, tiburones y corvinas.
En las costas de Buenos Aires hay un pueblito que es el más austral de la provincia y que recién se fundó en 1993: se trata de una aldea de pescadores en la que viven apenas 25 personas y que se encuentra embocada casi en la desembocadura del Río Negro en el Mar Argentino.
Esta localidad agreste se llama Villa 7 de Marzo y debe su nombre a una batalla que se sucedió en 1827 cuando los gauchos y vecinos del lugar repelieron el intento de desembarco de soldados del Imperio del Brasil que buscaban anexar este sitio a su territorio.
Luego de ese suceso hay un lapso temporal en la historia que salta hasta 1914 cuando se registra al primer vecino de la zona, que era conocido con el nombre de Ramiro García Pietro, un español que compró terrenos que luego donó al partido de Patagones para que se creara esta localidad.
En 1974 se comenzaron a construir casas en estas 100 hectáreas donadas y hoy Villa 7 de marzo se convirtió en una modesta y pequeña villa balnearia que cuenta con dos almacenes, una salita de primeros auxilios y que durante el verano recibe a un puñado de turistas que quieren disfrutar de la tranquilidad del lugar.
Entre los principales atractivos que cuenta este pueblo se destaca la buena pesca variada que tiene en la que se puede encontrar pejerreyes, lenguados tiburones bacota y corvinas. También es un lugar ideal para quienes disfrutan de las práctica del surf, kitesurf y realizar treeking.
Cómo llegar a Villa 7 de Marzo
Para ir desde Buenos Aires hasta Villa 7 de marzo se debe tomar la Ruta Provincial 51 y luego la Ruta Nacional 3 hasta Carmen de Patagones y desde allí tomar un camino de 35 kilómetros llamado “Laguna Grande” que una a la ciudad con esta pequeña Villa Balnearia.