La obra fue estrenada en 2017. La decisión es consecuencia directa del endurecimiento de la legislación rusa contra el colectivo LGBTIQ+ de fines del año pasado.
El teatro Bolshói de Moscú eliminó de su agenda la pieza de ballet Nuréyev, dirigido por Kirill Serebrennikov, acusado de hacer “propaganda de los valores sexuales no tradicionales”. La obra basada en la figura de Rudolf Nuréyev fue estrenada en 2017 e interpretada por última vez en 2021, un año antes de la invasión de Ucrania.
“El espectáculo Nuréyev fue retirado del catálogo a causa de la ley sobre propaganda de valores no tradicionales”, explicó el director del teatro, Vladimir Urin. A finales de 2022, Rusia endureció su legislación contra las personas lesbianas, gays, trans y bisexuales (LGBTIQ+) y prohibió la “propaganda homosexual” a menores y “la promoción de relaciones sexuales no tradicionales” en todos los medios periodísticos y culturales.
Rudolf Nuréyev, director del ballet de la Ópera Nacional de París de 1983 a 1989, marcó la historia de la danza con sus coreografías y nunca ocultó su homosexualidad.
En 1961, durante una gira en París, Nuréyev tomó la decisión de desertar de la Unión Soviética, por lo que fue condenado en ausencia a siete años de cárcel por el delito de traición a la patria. Sin embargo no solo logró consolidar su carrera en Europa, sino que se convirtió en uno de los bailarines más aclamados del siglo XX.
Nuréyev mantuvo una relación sentimental de 25 años con el bailarín y coreógrafo danés Erik Bruhn hasta su muerte en 1986, tras lo cual tuvo una vida sexual promiscua y contrajo el VIH.
En julio de 2017, en el estreno del ballet en el Bolshói, la escena debía estar dominada por una foto del bailarín desnudo, pero la representación fue anulada en el último minuto, porque los artistas no estaban suficientemente preparados.
Los medios sugirieron que el estreno se canceló por las presiones del poder, hostil a que se hiciera alusión a la homosexualidad del bailarín.
Al final, el ballet Nuréyev se estrenó el 10 de diciembre de 2017 pero sin su creador, Kirill Serebrennikov, que se encontraba en arresto domiciliario en Moscú por unas acusaciones de desvío de fondos públicos, que él calificó de “absurdas”.