Espartanos: la historia del rugby que transforma vidas tras las rejas y conquista el mundo

En 2009, el abogado Eduardo “Coco” Oderigo entró por primera vez al penal de máxima seguridad de San Martín con una pelota de rugby bajo el brazo. Lo que comenzó como un entrenamiento con 15 personas privadas de su libertad se convirtió en un movimiento global que hoy llega a más de 60 unidades carcelarias en 7 países. La historia de “Los Espartanos”, el primer equipo de rugby carcelario de Argentina, ahora se cuenta en la serie “Espartanos: Una Historia Real”, disponible en Disney+, pero su impacto real va mucho más allá de la pantalla.

Dolores Irigoin, directora ejecutiva de Fundación Espartanos, compartió en diálogo con Media Mañana por LT3 los detalles de este proyecto que no solo cambió la vida de miles de reclusos, sino que también desafió prejuicios y demostró que, con oportunidades concretas, la reinserción social es posible. “Lo que buscamos es transformar vidas. No estamos ahí para reducir penas, sino para que el tiempo en prisión sea valioso y les permita elegir un camino distinto al salir”, explicó Irigoin.

El programa de Fundación Espartanos se basa en cuatro pilares: rugby, educación, espiritualidad e inserción laboral. Lo que comenzó como un simple entrenamiento deportivo se transformó en un modelo integral que ha logrado reducir la reincidencia del 65% al 5% entre quienes participan del programa. “El rugby es solo la puerta de entrada. Lo que realmente importa es el trabajo en equipo, la disciplina y la posibilidad de ser parte de algo más grande”, destacó Irigoin.

La serie, producida por Desarrollo de Contenidos de PEGSA y con la participación de exjugadores de Los Pumas como Agustín Pichot, Juan Leguizamón y Javier Ortega Desio, no solo retrata la historia de Coco Oderigo y su lucha por llevar el rugby a las cárceles, sino que también refleja los desafíos burocráticos y los prejuicios que debió enfrentar. “Es fácil generalizar cuando no se conoce, pero cuando entrás a la cárcel y mirás a los ojos a las personas, entendés que todos merecen una segunda oportunidad”, afirmó Irigoin.

Hoy, Fundación Espartanos está presente en 21 provincias de Argentina y en países como Chile, Perú, España, Kenia y El Salvador, con más de 2.500 jugadores activos. “Lo que empezó con 10 personas en San Martín hoy es un movimiento global. Es increíble ver cómo el mensaje de los Espartanos ha resonado en tantos lugares”, celebró Irigoin.

Pero el trabajo no termina cuando los reclusos recuperan su libertad. La fundación también se enfoca en la inserción laboral, brindando herramientas y oportunidades para que los exespartanos puedan reintegrarse a la sociedad. “No queremos que vuelvan a caer. Queremos que salgan y construyan una vida nueva”, remarcó Irigoin.

Para quienes quieran sumarse a esta causa, Irigoin invitó a visitar la página web de la fundación (www.fundacionespartanos.org) o seguirlos en redes sociales (@fundacionespartanos). “Necesitamos el apoyo de la comunidad, ya sea a través de donaciones, voluntariado o brindando trabajo a los espartanos que están en libertad. Todos podemos ser parte de esta transformación”, concluyó.

La historia de Los Espartanos no es solo una serie: es un mensaje de esperanza, un recordatorio de que, incluso en los lugares más oscuros, es posible encontrar luz. Y, como bien dice Irigoin, “cuando las oportunidades son sinceras, la gente puede cambiar”.

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