Las observaciones se remontan a hace unos 12.300 millones de años, cuando el universo tenía aproximadamente una décima parte de su edad actual.
El tiempo es algo complejo, esto fue comprendido por pensadores como el físico Albert Einstein y el viajero en el tiempo ficcional Dr. Who. Este último, en un episodio de 2007 de la serie británica de ciencia ficción, describió el tiempo como algo vivo.
Los científicos abordaron de nuevo el tema el lunes en un estudio que utiliza inspecciones de una feroz clase de agujeros negros llamados cuásares para demostrar la “dilatación del tiempo” en el universo primitivo, mostrando que en aquél entonces el tiempo transcurría sólo una quinta parte más rápido que hoy.
Las observaciones se remontan a hace unos 12.300 millones de años, cuando el universo tenía aproximadamente una décima parte de su edad actual.
Los cuásares -uno de los objetos más brillantes del universo- se utilizaron como “reloj” en el estudio para medir el tiempo en el pasado. Son agujeros negros supermasivos muy activos que devoran materia y desatan torrentes de radiación que incluyen miles de partículas de alta energía, mientras un disco incandescente de materia gira a su alrededor.
Los investigadores utilizaron observaciones del brillo de 190 cuásares de todo el universo que datan de unos 1.500 millones de años después del Big Bang que dio origen al cosmos.
Compararon el brillo de estos cuásares en varias longitudes de onda con el de los cuásares actuales y descubrieron que ciertas oscilaciones que hoy se producen en un tiempo determinado lo hacían cinco veces más despacio en los cuásares más antiguos.
El astrofísico Geraint Lewis, de la Universidad de Sídney (Australia), autor principal del estudio publicado en la revista Nature Astronomy, remarcó que la expansión continua explica que el tiempo fluyó más despacio en épocas antiguas de la historia del universo que en la actualidad.
“En la física moderna, el tiempo es algo complicado”, afirmó Lewis.
“Dr. Who tenía razón al afirmar que el tiempo se describe mejor como `algo que se mueve y se mueve en el tiempo`. Esto significa que no entendemos realmente el tiempo y su limitación, y algunas cosas aún no están descartadas: viajes en el tiempo. El futuro podría ser muy emocionante, aunque quizá no”, indicó.
Científicos ya han documentado la dilatación del tiempo hace unos 7.000 millones de años, basándose en observaciones de explosiones estelares llamadas supernovas.
Al ubicar el tiempo que tardan las supernovas actuales en brillar y apagarse, estudiaron estas explosiones en el pasado y descubrieron que estos acontecimientos se desarrollaban más lento antes.