El programa fue reconocido con los premios Magazine por los 20 años ininterrumpidos al aire y su compromiso con la verdad. “Lo que le pasa a la gente es lo más importante”, una premisa que siempre marcó el rumbo de la propuesta.
Por Marcelo Marichich
El fragor de la lucha muchas veces nos priva de observar o valorar cada uno de los pasos que vamos dando. Pasa en la vida como individuos, pero ocurre también en la cuestión profesional. Y quizás suceda en mayor medida o con mayor frecuencia con el periodismo, donde todos los días la coyuntura nos arrastra vehementemente. Y luego ocurre algo extraordinario, o no tanto pero que vemos como si lo fuera, y nos hacer reflexionar. Y mirar atrás, el camino recorrido, el esfuerzo realizado, las batallas dadas (las ganadas y las otras) y las que aún tienen final abierto.
Quizás ésta sea la mejor síntesis de lo que ocurrió en 20 años de existencia con el programa La barra de Casal. Que nació en 2002 con esa idea de reflejar lo que cotidianamente sucedía en un país que intentaba resurgir de una crisis económica y social. Y el tiempo fue transcurriendo y la misma vorágine lo fue retroalimentando. Y esa pelea cotidiana fue consolidando la base de un equipo de trabajo que, con aciertos y errores, supo adaptarse a los tiempos.
En sus orígenes la propuesta radial se llamó “Amanece que no es poco”. Algunos dicen que luego de un cambio de horario no podía llevar el mismo nombre. Otros dicen que, en clara alusión a algunos integrantes del staff de aquel entonces, y por sugerencia del maestro Jorge Canepa, se convirtió en “La barra de Casal”. Y repasar algunos nombres que transitaron por el programa se me hace, en lo personal, una tarea difícil. Quizás porque el tiempo nubló la memoria o porque la nostalgia me invade la razón. Actualmente el equipo está conformado por Marcelo Casal, Misael Moreno, Julieta Cacciatore, Marcelo Marichich, Daniela Cattaneo, Leo DeAngelis, Fernando Molina, Eric Tropper y Ezequiel Cassé.
Y como decía en el primer párrafo, cuando alguien quiere reconocer el camino recorrido, el trabajo realizado, algo que debería ser común, se transforma en extraordinario. Y ese momento especial supo ser muy bien interpretado por Carlos Bermejo cuando decidió reconocer con un PREMIO MAGAZINE, los 20 años de La barra de Casal.