Dicen que todo cae por su peso, pero en Argentina le ha costado mucho cambiar del paradigma instalado hasta hoy, donde el que recibe un plan no trabaja, por el modelo de que quien recibe un subsidio o un plan le devuelva algo al Estado (que somos todos), y ese algo, debe ser con trabajo o capacitación, para luego en un tiempo cercano, esa persona pueda ingresar al mercado laboral, siendo esta una verdadera inclusión de la que tanto se habla en campaña.
Por Gerardo Scarcello
El tema, planes sociales sí o no, subsidios sin trabajo o con trabajo, está en debate y debe ser una clara discusión donde todos los argentinos nos hagamos fuertes para convencer a los que aun no saben que un país se saca de la miseria, la pobreza, y la injusticia social, a través de un único recurso que es trabajando y tirando todos del mismo carro.
El tema estallo en las redes y medios tradicionales, luego que Mariana Alfonzo, una beneficiaria de planes sociales que recibe desde 2018, diera a entender claramente con sus expresiones, justificando de manera encendida su derecho a cobrar un plan social sin tener que ir a trabajar.
También, valido los motivos, por los cuales, le contesto a una persona en las redes, que cuestionaba la cantidad de hijos que ella tiene, y que sobrevivía gracias a las asignaciones que le otorga el estado por ello.
Mariana contó que cobra 6 mil pesos por cada uno de sus tres hijos, además de tener una tarjeta Alimentar y un plan “Potenciar trabajo” y los beneficios por la garrafa social, que en total suman unos 68 mil pesos por mes. También dijo que hasta hace tres meses trabajaba en un comedor, aunque de momento no se encuentra empleada
Está muy claro que el problema no es de Mariana, las Marianas, o Juan Pérez por poner un nombre, sino del Estado y los gobiernos que han dejado a lo largo de los años que esto se toma como normal. De esta manera se castiga al que trabaja y se premia al que no lo hace.
‘Renunciá y viví vos también del plan’”, fue la frase que retumbo en todas partes cuando Mariana le contesto a un usuario de las redes con quien intercambió sus dichos.
Por su parte y uniéndose a esta catarata de debates que surgieron en las redes, en los medios y en la calle, en sintonía con esta idea planteada por la beneficiaria de los planes sociales de no trabajar, la dirigente Florencia Arietto se animó a mas, al provocar a los piqueteros que marcharán el sábado a La Rural, que los van a esperar con una pala en clara alusión a que no sean vagos y se pongan a trabajar: “Así los esperamos” dijo Arietto.
“Mirá, tengo algo para recibir al Movimiento Evita, Barrios de Pie y a todos los parásitos que no laburan, piqueteros que utilizan a los pobres, para este sábado en La Rural. ¡Mirá con lo que te esperamos!”.
Así se expresó la abogada que integra Juntos por el Cambio y que acompaña la candidatura bonaerense de Diego Santilli, vestida de manera formal y con una gran pala en las manos.”
¿Será una ridiculez lo que hace Airetto o es un golpe fuerte a lo que es obvio y evidente en nuestro país?
Hoy sabemos que las redes se hacen eco rápidamente de este tipo de expresión y eso cobra relevancia. Si esto sirve para reaccionar tenemos que decir que la funcionaria actúa en consecuencia.
Está claro que, en Argentina, la cultura del trabajo que trajeron nuestros inmigrantes, ayudados por los criollos que tenían ganas de levantar este país, se ha perdido hace mucho tiempo, y los gobiernos que pasaron en estos últimos 40 años, han creado una deuda moral muy grande de la democracia.
Es tiempo de ponerse a trabajar, para que la idea del vago se termine, y se haga un mea culpa de quienes teniendo la responsabilidad de cambiar las cosas no lo hicieron, y convencer a las conciencias que piensen que la única manera de salir adelante es trabajando todos.
Las elecciones están aun paso, y quienes sean candidatos deberán presentar un plan que diseñe crecimiento sostenido incluyendo en un programa social, que abarque dar trabajo, contener a los más chicos en la educación y en salud, y paralelamente ir retirando los planes.
El Estado es el único responsable de poder cambiar esta nuestra realidad.