La Mesa de Acción Política Multisectorial por el cierre de la planta de Dow Argentina en Puerto General San Martín se reunió en el Centro Cultural Punta Quebracho. asistieron varios intendentes y concejales de la región, más algunos legisladores provinciales y representantes del gobierno de Omar Perotti que debatieron y trabajaron en propuestas para que la fábrica continúe abierta y sus trabajadores en funciones.
Entre las iniciativas que se plantearon, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (SOEPU) Mauricio Brizuela, sostuvo: “La planta de Dow queremos que sea declarada de Utilidad Pública para mantener la producción de un insumo clave como estrategia de Desarrollo Nacional”.
Al respecto, Brizuela destacó que “no hace falta un rescate público, ni endeudar al Estado, ni ceder políticamente” ante nadie que vaya en contra de los intereses de nuestro país”. En efecto, comentó: “Si el gobierno nacional se propuso como política económica incorporar valor a las materias primas, con este caso puede dar muestras contundentes de que eso no es sólo un discurso sino una realidad que se traduce en decisiones políticas contundentes”.
Ante la situación que atraviesa hoy DOW, vale aclarar que el sostenimiento de la actividad productiva de la planta en PGSM es “totalmente factible”, desde el punto de vista jurídico, administrativo, técnico, económico y financiero, sea que la firma Dow Argentina quiera revertir su decisión de cerrar la planta, como que abandone la actividad. “Esta es una noble causa nacional porque no hay argentino que pierda con la planta de PGSM produciendo con sus trabajadores adentro”, afirmó el secretario general de SOEPU.
La planta de Dow ubicada en PGSM es la única en el país que produce los insumos necesarios (polioles) para la elaboración de poliuretano, que es un insumo crítico y fundamental en el proceso productivo de una enorme cantidad de insumos y productos. Para dar una idea general de su importancia, esta planta provee insumos irremplazables para la industria colchonera, farmacéutica, automotriz, de refrigeración y electrodomésticos, para la construcción, la industria del calzado, para la elaboración de pinturas y solventes y hasta para la actividad minera, entre otras actividades que podría alcanzar. Son pocas las fábricas que producen un insumo tan ampliamente demandado por otras actividades, por eso se trata de una “industria de base”.
En conclusión, los presentes coincidieron en que una expropiación podría ser una alternativa, llegado su momento, para segurar la continuidad fabril. Y eso fue lo que suscribieron en un documento y que elevarán a las autoridades nacionales para que tomen cartas en el asunto.
El intendente Carlos De Grandis anticipó que hay por lo menos dos grupos económicos interesados en comprar dicha planta.