Durante las inspecciones se detectaron sobreprecios en aceites de girasol y mezcla en presentaciones de 1,5 litros y 900 ml que van desde un 41% a un 101%.
La Secretaría de Comercio anunció que detectó una presunta estafa en la comercialización de aceites por parte de mayoristas.
Comercio realizó operativos de relevamiento en los supermercados mayoristas Yaguar, Maxiconsumo, Vital, Makro y Diarco para controlar el precio y el stock de los aceites que están dentro del fideicomiso aceitero.
A partir de estos operativos se detectaron incumplimientos que constituyen presunto fraude en los precios de venta por parte de los mayoristas ya que comercializan el aceite del fideicomiso (que compran a un precio subsidiado 45% inferior al de mercado) a los minoristas a un valor muchos mayor a los valores acordados en Precios Justos.
Por lo tanto, de probarse esta acción representaría una estafa por parte de los mayoristas hacia el Estado y hacia los consumidores.
Durante las inspecciones se detectaron sobreprecios en aceites de girasol y mezcla en presentaciones de 1,5 litros y 900 ml que van desde un 41% a un 101%.
En ese marco, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, enviará un requerimiento de subsanación de desvío detectado exigiéndoles a los mayoristas que arbitren los medios necesarios para resarcir a los consumidores afectados por las sumas indebidamente cobradas.
A tal efecto, las empresas mayoristas deberán informar a la Secretaría de Comercio, en el plazo de cinco días, las medidas implementadas para dar cumplimiento a lo requerido precedentemente.
Los comerciantes minoristas, en tanto, podrán enviar un mail a [email protected] adjuntando la factura de la compra para que la Secretaría requiera al mayorista la devolución del dinero.
En este marco, Tombolini se reunió con los abastecedores para ponerlos al tanto de la situación e iniciar una auditoría que demuestre que estas empresas entregaron a precio subsidiado la mercadería que luego se comercializaba a precio vil.
El fideicomiso aceitero privado es una herramienta vigente desde febrero de 2021 con el objetivo de mantener una oferta en góndola a precios desacoplados de los vaivenes de las cotizaciones de los commodities en el plano internacional.
Este instrumento permite sostener una divergencia entre la evolución del precio de exportación de la materia prima industrial con respecto al del aceite refinado con destino al mercado interno.