Las tradicionales fogatas de San Pedro y San Pablo llegan al Parque Regional Sur y al Centro Cultural El Obrador

La celebración rinde tributo al fuego en sus diferentes significaciones y simbologías e integra un conjunto de tradiciones populares que, heredadas de la inmigración, se afianzaron a principios del siglo XX con el surgimiento del barrio como ámbito participativo

 

Por Leo Deangelis

Las tradicionales fogatas de San Pedro y San Pablo se realizarán este jueves 29 de junio en el Parque Regional Sur (Centenario al 100, distrito Sur) y el Centro Cultural El Obrador (Espinillo 4250, distrito Oeste). Se invita a todos los rosarinos a participar la celebración que rinde tributo al fuego en sus diferentes significaciones y simbologías. Integra un conjunto de tradiciones populares que, heredadas de la inmigración, se afianzaron a principios del siglo XX con el surgimiento del barrio como ámbito participativo.

 

Los eventos a realizarse este jueves en las zonas sur y oeste, organizados por la Municipalidad de Rosario, a través de la Secretaría de Cultura y Educación, tendrán una programación variada para disfrutar con toda la familia de un espectáculo efímero de luz y color donde las formas van cambiando, creciendo y transformándose a cada instante. Ambas actividades son con entrada libre y gratuita y para todo público. Desde las 14 se encenderán en el Centro Cultural El Obrador; y a partir de las 17:30 en el Parque Regional Sur.

 

Centro Cultural El Obrador

 

El Centro Cultural, ubicado en calle Espinillo 4250, se une a la fogata para darle inicio al solsticio de invierno y pedir buenos deseos. La actividad será el jueves 29de 14 a 18 horas. La animación del evento estará a cargo del presentador Orestes Muñante.

 

Cronograma

De 14 a 15 hs – talleres de construcción de muñequitas quitapenas, ajedrez y serigrafía y muñecas bordadas. 

De 15 a 16 hs – espectáculo Triple Orquestina Ilustrada a cargo de El Casi Cirk.

De 16 a 17 hs – Recorrido y paseo por el barrio con muñecos y máscaras.

17 hs – Pedido de deseos y encendido del gran fuego.

 

Parque Regional Sur

 

Desde mediados de la década del ’90 los vecinos de Saladillo, la Dirección del Parque Regional Sur (Centenario al 100) y la Escuela Musto (Sánchez de Bustamante 129) comparten diversas tareas para hacer posible un festejo conjunto. Este 2023 realizarán un nuevo ritual el día jueves 29 a partir de las 17:30.

 

La Murga Matadero Sur participará del evento con música y baile, encabezando el desfile de muñecos que, desde la puerta de la escuela, se encaminarán hacia la gran montaña de leña ubicada en una de las esquinas del parque. Se estima que la fogata se encenderá a las 18:30.

 

Festividad pagana

 

La fogata de San Pedro y San Pablo es una antigua celebración pagana y religiosa que une el tributo al fuego en sus diferentes significaciones y simbologías con la sacralidad. El 29 de junio se conmemora a San Pedro, primer papa de la Iglesia Católica, y a San Pablo, el gran apóstol de los Gentiles, quienes, según la tradición, fueron ejecutados alrededor del año 67 por orden de Nerón.

 

Pedro fue crucificado cabeza abajo según su deseo, por considerarse indigno morir como su maestro. Pablo fue conducido a Ostia, y allí fue decapitado. El simbolismo del fuego tiene siempre un trasfondo religioso: expía el demonismo de las brujas, ahuyenta los malos espíritus, conmemora acontecimientos sagrados.

 

El sentido purificador atribuido al fuego se mezcla con el rito estival (para nosotros invernal) de la fogata asociada al martirio de los santos mencionados. Por eso, en lo alto de la fogata se ubican los muñecos, los cuales son quemados como expiación colectiva para rendir homenaje a los santos inocentes.

 

En nuestro país, esta celebración forma parte de las tradiciones populares, heredadas de la inmigración, que se afianzaron a principios del siglo XX con el surgimiento del barrio como espacio de encuentro, participación e identidad.  Con la expansión urbana, que fue modificando la fisonomía de la ciudad y cambiando las costumbres y las relaciones de vecindad.

 

Las mismas, se tornaron más distantes y reservadas, por lo que las fogatas pasaron a ocupar un lugar sólo en la memoria de la gente. Recrear estos encuentros que se apropian con espíritu festivo y lúdico del espacio público -marcando como territorio de pertenencia la vereda, la calle, el barrio, la ciudad- fue el motivador para rescatar y resignificar en el presente esta tradición cultural.

 

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