Llega a los cines “Guerra Civil”, un explosivo thriller distópico que enciende el debate en Estados Unidos

Escrito por LT3

Presentado como el acontecimiento cinematográfico del año, la nueva película de Alex Garland, está ambientada en un futuro cercano y explora un conflicto interno en Estados Unidos a través de los ojos de un grupo de periodistas capturando la cruda realidad

“Guerra Civil” (“Civil War”), es un thriller distópico, escrito y dirigido por Alex Garland, que llega este jueves a los cines como uno de los grandes acontecimientos cinematográficos del año. La nueva película de la productora A24, se ambienta en un futuro cercano cuando estalla una guerra civil en los Estados Unidos y narra las consecuencias desde el punto de vista de un grupo de periodistas que surcan el país buscando entrevistar al presidente antes de que las patrullas rebeldes asalten la Casa Blanca. El film promete varias explosiones y diversos conflictos en una nación fragmentada al borde del colapso.

 

Se trata de la producción más grande y costosa de A24 hasta la fecha, con un presupuesto de 50 millones de dólares, el doble de lo que costaron dos de sus películas ganadoras del Oscar “Moonlight” (2016) y “Todo en todas partes al mismo tiempo” (2022). Además de un director de renombre, “Guerra Civil” cuenta con las actuaciones de Kirsten Dunst (Spider-Man), Jesse Plemons (Breaking Bad), Nick Offerman (The Last of Us), Wagner Moura (Narcos), Cailee Spaeny (Priscilla) y Karl Glusman (The Idol), entre otros.

 

Alex Garland, el talentoso realizador de obras aclamadas como “Ex Machina” y “Aniquilación”, dirige este film con su característica perspectiva única y narrativa envolvente, que promete llevar a los espectadores en un viaje inolvidable, explorando la complejidad humana en medio de la desesperación. Pero “Guerra Civil”, no es un film de acción ni un film bélico común, sino de una obra de ciencia-ficción apocalíptica mezclada con el drama humano, donde las libertades parecen haber quedado abolidas, no existe la paz social y las ciudades están destruidas o prendidas fuego.

En “Guerra Civil”, dos estados se separaron de la nación y se unieron a las Fuerzas Occidentales (FO). Lo llamativo es que son California y Texas, los cuales siempre estuvieron en los polos opuestos. Pero, aquí, los dos extremos del espectro ideológico se escindieron de los Estados Unidos rechazando a un presidente (Nick Offerman), devenido un loco dictador con tres mandatos: algo ilegal. En medio de una ardua pelea entre un grupo de gente y la policía, se presenta a tres periodistas que están cubriendo lo que parece ser la avanzada final de las Fuerzas Occidentales sobre Washington DC.

 

Lee Smith (Kirsten Dunst) es una famosa reportera gráfica que trabaja para Reuters junto a un periodista, Joel (el brasileño Wagner Moura); el tercero es Sammy (Stephen McKinley Henderson), un veterano colega de “lo que queda del New York Times”.La lucha termina con una explosión en Brooklyn, en la que Lee salva de morir a Jessie (Cailee Spaeny), una joven fotógrafa que admira a la primera.

 

Luego todos terminan bebiendo y conversando en su hotel, y allí es que determinan viajar en auto a Washington desde Nueva York a tratar de entrevistar al presidente, pero hay amplias zonas por las que no se puede pasar. Y se suma Jessie, que sueña con ser reportera de guerra. Así, se irán metiendo más y más en la boca del lobo. Y aparecerán ejércitos en pugna, grupos comando, gente que mata a otra sin explicaciones, refugiados en peligro y los periodistas en medio de la acción.

Todo confluirá en su llegada a Washington, donde el nivel de locura y estrés general, de deshumanización, será casi total. Por lo tanto, lo que podía parecer una fantasía hollywoodense, en “Guerra Civil” suena bastante real y posible, especialmente si no existen acuerdos mínimos entre distintas ideologías. Y eso, que pasa en Estados Unidos, puede suceder en cualquier otro país. Una peligrosa y preocupante tesis que plantea la película, mucho antes de que ya sea demasiado tarde.

 

 

El film que enciende el debate en EE.UU.

En medio de la fuerte división que atraviesa ese país, reforzada por la álgida carrera presidencial, la película explora un conflicto interno a través de los ojos de un grupo de periodistas que viajan a Washington. El filme opta por no especificar las ideologías que representan los distintos ejes en disputa, una decisión que ha generado reacciones opuestas. Es que, “Guerra Civil” no es una película sobre el inminente inicio de un conflicto entre estadounidenses, sino que, ahorrándose esas explicaciones, plantea la disputa interna con varios años en desarrollo y prefiere no especificar su origen.

 

La película, ha acaparado comentarios mayoritariamente favorables desde su estreno en South by Southwest. “No habrá un filme más importante este año”, aseguró el periódico Los Angeles Times. Pero el largometraje también ha encendido el debate. Una reacción que parecía inevitable, considerando el contenido inflamable de su premisa y la fuerte polarización que enfrenta el país (con elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, en noviembre, donde se volverían a medir Joe Biden y Donald Trump).

 

Si “Guerra civil” ha sido tildada de “apolítica”, y de que “se pierde en una niebla no partidista”, es probablemente por un motivo. A pesar de que está ambientada en un mañana próximo, la película se niega a establecer cuáles son las ideologías que están detrás de cada uno de los ejes en discordia. Garland sólo está dispuesto a compartir algunas pistas sobre qué es lo que moviliza a cada bando, mientras que en paralelo delinea la violencia que se desataría en un conflicto de esa envergadura.

Las lecturas en torno a la cinta también se han visto salpicadas por las declaraciones que el cineasta emitió tras la primera proyección. “Hemos perdido la confianza en los medios y en los políticos. Y algunos medios de comunicación son maravillosos y algunos políticos son maravillosos, en ambos lados de la división. Yo tengo una posición política. Tengo buenos amigos al otro lado de esa división política”, manifestó. En la misma instancia, comentó que varios aspectos de la película “tienen una respuesta clara. Hay un presidente fascista que destrozó la constitución y atacó a los ciudadanos. Y esa es una afirmación muy clara”.

 

The Guardian se detuvo en las conversaciones de los protagonistas “en el estilo tradicional de los periodistas de guerra ficticios, como si el periodismo marca la diferencia y qué estarían dispuestos a fotografiar, pero extrañamente no hablan de lo que ha causado esta guerra civil”. Por lo que definió al film como “un sueño extraño, violento y desordenado, desprovisto de significado ideológico”. Mientras que, la revista Time argumentó: “Está empapada de su propia importancia, como si creyera que está diciendo algo verdaderamente importante. Sugiriendo que requeriría “más imaginación”.

La periodista y autora Michelle Goldberg, columnista de The New York Times, reconoció que se encontró con un largometraje que “no es ni simplista ni cínico”. “La indeterminación ideológica de los rebeldes ayuda a que la película no parezca esquemática o didáctica. “Guerra civil” es una película pacifista; se supone que no debes apoyar a nadie a excepción de los periodistas que la presencian”. Y enfatizó que la historia “está lo suficientemente cerca de donde se encuentra Estados Unidos en este momento”.

 

Desde Reino Unido, The Telegraph calificó el movimiento del director y guionista como “profundamente inteligente: si se nos entregara una razón fundamental, solo terminaríamos poniéndonos a favor o en contra”. Vulture también que “la falta de contexto político” y que es “más mordaz que cobarde”. Y argumentó que “Guerra civil acaba convirtiéndose en una película sobre sí misma. Es más, un llamado a la reflexión, un intento de ponernos en el lugar de los otros. No busca que sintamos algo, sino que nos preguntemos por qué no sentimos nada”.

Send this to a friend