Fuentes diplomáticas precisaron que el acuerdo firmado por Mauricio Macri significó “un retroceso tremendo” para el reclamo de la soberanía sobre Malvinas.
El Gobierno nacional buscará destrabar la negociación con Inglaterra respecto de la soberanía de las Islas Malvinas, luego de haber puesto fin al pacto comercial que se firmó en 2016 bajo el gobierno de Mauricio Macri, y advierte que “si quieren otro acuerdo entreguista deberán empezar de cero”.
“El pacto (conocido como Foradori-Ducan) estaba congelado, por lo que se podía reactivar en cualquier momento. Bueno, es preferible romperlo y listo. Si quieren otro acuerdo entreguista deberán empezar de cero”, subrayaron a NA fuentes diplomáticas.
En ese marco, afirmaron que el acuerdo firmado por el gobierno de Macri significó “un retroceso tremendo” para el reclamo de la soberanía sobre las Islas que impulsa la Argentina, dado que “le permitía a los usurpadores la explotación de los recursos naturales que le pertenecen a los argentinos”.
“La cuestión Malvinas vuelve al origen básicamente”, destacaron desde el Palacio San Martín, luego de ratificar la importancia de haberle puesto fin al acuerdo por el entonces vicecanciller argentino Carlos Foradori y el ministro de Estado para Europa y las Américas del Reino Unido Alan Duncan.
Durante el gobierno de Macri, el pacto fue presentado como un paso para mejorar la relación bilateral con Inglaterra, algo que ciertamente no sucedió, y “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.
“Lo que hicimos fue una cuestión de fondo que tiene que ver con una entrega que había hecho Macri. Si vos le dejás a Inglaterra la explotación pesquera y de recursos naturales que tiene la isla, es el primer paso para no recuperarlas nunca más”, argumentaron.
Y advirtieron: “Les estás permitiendo toda una explotación de recursos que son argentinos. Son recursos nacionales, son recursos nuestros porque las islas están usurpadas. Les estás otorgando un derecho a los usurpadores”.
“Las resoluciones del ’82 en adelante dicen que Inglaterra y la Argentina, más allá de que hayan tenido el conflicto bélico, se tienen que sentar en una mesa de negociación para resolver la cuestión de fondo que es la soberanía de las Islas. El conflicto en sí no otorga derechos”, puntualizaron.
En el tramo final de la gestión del gobierno de Alberto Fernández se buscará “profundizar el reclamo de soberanía que tiene la Argentina sobre Malvinas”, pero fuentes diplomáticas reconocieron que “no hay muchas expectativas” de poder reiniciar la discusión por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
“La posibilidad de sentarnos a negociar la soberanía sobre Malvinas no está en la agenda de Inglaterra, pero vamos a buscar destrabar eso. Se le encargó los buenos oficios de la negociación al secretario general de la ONU (António Guterres)”, concluyeron.
El pasado 10 de marzo, el Reino Unido subrayó que las Islas Malvinas “son británicas y continuarán siéndolo”, al destacar el décimo aniversario del referéndum realizado en el archipiélago del Atlántico Sur en el que la población votó casi en su totalidad en favor de seguir formando parte de Inglaterra.
“La Islas Falkland (Malvinas) son británicas. Diez años atrás, el 99,8% de los isleños que votaron dijeron que querían seguir siendo parte de la familia del Reino Unido”, sostuvo el canciller británico, James Cleverly.