“Hay mucha sangre derramada y familias destrozadas por la violencia”, dijo Monseñor Martín
En una carta dirigida a la sociedad pidiendo por seguridad y una homilía signada por la importancia de buscar y desperdigar la paz fueron las principales manifestaciones del arzobispo Eduardo Martín en el marco de la celebración de un nuevo Día de la Santísima Virgen del Rosario. Ayer en la misa que tuvo lugar en el Monumento Nacional a la Bandera se expresó que en la ciudad “hay mucha sangre derramada, muchas familias destrozadas y muchos inocentes que han perdido la vida” por la violencia que se vive a diario.
Antes de la misa, que se desarrolló en el Monumento Nacional a la Bandera desde las 17 de ayer, el arzobispado de Rosario publicó una carta en la que convocó a vivir un “Año Mariano Arquidiocesano”.
“Los tiempos y realidades que vive nuestra ciudad nos urgen a dirigir nuestros ojos a la Virgen del Rosario para implorar la paz para nuestra ciudad, para las familias y para todos los corazones. Necesitamos vivir seguros y en paz en nuestra sociedad. Hay mucha sangre derramada, muchas familias destrozadas, muchos inocentes que han perdido la vida”, manifestó.
Comenzó su homilía diciendo: “Ante la inminencia de estos 250 años, pedimos en toda la arquidiócesis por un año mariano, para que resaltemos de dónde venimos, para tener en claro quiénes somos”.
“La palabra unánime como deseo, en todos los corazones rosarinos y de la arquidiócesis, es por la paz. Que no es una tregua en una guerra, es plenitud de vida”, expresó monseñor Martín, para agregar: “Debemos transformarnos en misioneros de la paz, que Cristo pacifique nuestro interior para que podamos irradiar la paz con la familia y en el barrio”.