Este domingo en Argentina se celebró el Día del Padre. Para hacer algo de historia, en nuestro país el primer festejo fue un 24 de agosto de 1958 en honor a José de San Martín, por ser en 1816 el día en que nació la única hija del General considerado “Padre de la Patria”.
Por Gerardo Scarcello
Luego se cambió al mes de junio por una cuestión comercial, ya que los empleos pagan el aguinaldo a sus trabajadores cercanos a esta fecha, y por ende hay mas poder adquisitivo para hacer regalos.
Pero vayamos a lo mas importante, ya que es uno de esos días en los que la familia debería estar mas unida que nunca, como ocurre también en el día de la madre. Esto vale para todos aquellos que puedan contar con la dicha de tener a estos seres queridos aun en casa, disfrutarlos, y por sobre todo, escucharlos con todos los defectos y virtudes.
Solo pensar en la motivación que implica homenajear a quien nos dio parte de su vida trabajando y destinando tiempo para ayudarnos con las tareas escolares, o en el caso de los varones para ir a jugar futbol u otro deporte, ya sea en el potrero del barrio, o con los amigos del club, donde sea. Ese tiempo ha estado para un padre que ha estado presente.
Así fue con mi padre Francisco, al menos, y me pregunto qué te pasará a vos que estás leyendo este relato, pero en mi querido barrio La Guardia, en la zona sur de Rosario, pude vivir ese estado de padre presente, y cada vez que recorro sus calles, me remite a todo eso en cada una de sus cuadras. El campito que una vez hubo donde hoy se erigen casas, y me imagino a los que una vez fuimos chicos jugando a la pelota, y mi padre, y otros padres sumándose a jugar ese futbol del barrio, y sumándose a esa barra de amigos para ser parte de nuestra niñez, con juegos y charlas, o preparar la previa para ir a la cancha con quienes compartíamos los mismos colores. Eso me pasa a mí, cuando llega un nuevo día del padre.
Son recuerdos imborrables, que hoy tal vez no se pueden recrear de la misma manera, ya que las nuevas generaciones han reemplazado vivencias por otras más asociadas a la tecnología.
La pregunta es: ¿Qué te surge a vos por la cabeza, y qué recuerdo tienes de esa época, a mi entender la más linda e inocente, donde no había preocupaciones?
Hoy es un día especial, y atesorar la mayor cantidad posible de este tiempo, es una misión posible, para aquellos que aun podamos seguir compartiendo con nuestro padre, en esta manera de vivir la vida. Un día para honrar, escuchar, expresar cariño y reconocimiento social a los hombres que cumplen con sus responsabilidades familiares de padres. A aquellos hombres que están, o han estado, al lado de sus hijas e hijos apoyándolos efectivamente en su desarrollo y crianza.
¿Y como es PAPA en el mundo?
En Japón PAPA es llamado “chichi no hi” y se festeja el tercer domingo de junio.
En la República de Turquía es llamado “babalar günü” y se festeja el tercer domingo de junio.
En Alemania, hay dos celebraciones asociadas con el Día del Padre. Por un lado Vatertag se celebra el 30 de mayo, día de la Ascensión de Jesús y es fiesta nacional. Por el otro, Herrentag es una celebración tradicional consistente en hacer un viaje sólo de varones subiendo por una montaña con carros con vino o cerveza y comida regional.
El Día del Padre en España se celebra todos los años el 19 de marzo, día del padre o día de San José. En 1948, Manuela Vicente Ferrero, conocida por su seudónimo literario “Nely” y maestra en la Dehesa de la Villa decidió celebrar en su escuela una jornada festiva para agasajar a los padres de sus alumnas. La idea surgió a petición expresa de algunos padres que estaban “celosos” de la celebración del Día de la Madre y le transmitieron su deseo de tener un día en el que fueran ellos los homenajeados. Aquella primera jornada en honor de los padres, incluía misa, entrega de obsequios elaborados manualmente por las niñas y un festival infantil con poesías, bailes y teatro. Sus convicciones religiosas la llevaron a pensar en la idoneidad de elegir la fecha de la onomástica de San José, considerándole modelo de padres y cabeza de la familia cristiana, humilde y trabajadora.
Mas allá de la costumbre que tenga cada país, mas allá de como se diga en cada uno de los idiomas del mundo, mas allá de la condición social que tenga cada familia, mas allá de todo, el CARIÑO SINCERO DE UN PADRE HACIA UN HIJO SE SIENTE FUERTE EN UN ABRAZO, UN BESO O UN TE QUIERO. MAS AUN A QUIENES PODEMOS DISFRUTARLO