“La Justicia olvidó, nosotros jamás”, dice la inscripción que recordará al siniestro vial ocurrido hace 26 años cuya causa prescribió, mientras el conductor sigue prófugo.
A 26 años del siniestro vial de Salta y Oroño en el que perdieron la vida María Celeste Haiek y Daniela Caruso, el Concejo Municipal descubrió una placa conmemorativa en esa esquina. “La Justicia olvidó, nosotros jamás”, dice la inscripción como recordatorio a las víctimas de 16 y 22 años que quedará grabado como símbolo de impunidad y la lucha de sus familiares. El reclamo no cesa a pesar de la prescripción de la causa judicial y la fuga de su conductor Sebastián Pira, quien aún se mantiene en las sombras.
La propuesta para colocar la placa fue de Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, quien encabezó el acto junto a la presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck, familiares y demás ediles y edilas que se congregaron el jueves 2 de marzo a partir de las 8.30 en la esquina de Salta Oroño.
Hace 26 años, Sebastián Pira, de 21 años, conducía su vehículo Ford Galaxy a más de 130 kilómetros por hora por calle Salta. Cuando llegó a la intersección de bulevar Oroño, atropelló y mató a María Celeste, de 22 años, quien murió en el acto. Daniela, de 16 años, fue arrastrada una cuadra en el capot del auto para luego ser arrollada por el mismo automóvil. Luego de la muerte de las jóvenes el conductor se dio a la fuga.
En el inicio de acto se descubrió la placa sobre el cantero de bulevar Oroño, a pocos metros del lugar donde ocurrió el hecho y donde cada año los familiares instalan un pasacalle para recordar a las jóvenes víctimas. Luego se leyó el decreto que el cuerpo votó por unanimidad en la sesión extraordinaria del 16 de febrero y que ordena la colocación de la placa “para que el reclamo de justicia esté siempre presente”.
“Decir buenos días resulta difícil –arrancó la presidenta con su discurso–. En principio quiero agradecer a todas y a todos por estar presentes otro 2 de marzo. Son 26 años sin ellas, 26 años en los que no pudieron cumplir sus sueños, 26 años en los que no pudimos disfrutar porque sus jóvenes vidas quedaron truncadas, 26 años en los que la Justicia dejó de actuar y prescribió la causa con total impunidad, 26 años que Pira sigue libre”.
Y luego continuó con sus palabras: “Cuando esto pasó, la ciudad todavía hablaba de accidente cuando esto fue un siniestro vial. Si algo nos enseñaron ustedes –dijo dirigiéndose a los familiares– es que no hay nada azaroso cuando un asesino conduce a 130 kilómetros o alcoholizado”.
Si bien recordó que las muertes por accidentes de tránsito son una de las causas principales de muertes en jóvenes de 16 a 29 años, auspició para que la problemática “deje de ser una estadística y empiece a ser un delito”.
Además, afirmó que “debemos seguir educando” y mencionó la presencia del director general de Tránsito de la Municipalidad, Gustavo Adda, y lo ponderó por haber trabajado conjuntamente por políticas públicas que contribuyan a bajar los niveles de siniestros viales.
La memoria
Luego Gigliani agradeció especialmente a los familiares y a los ex concejales Miguel Zamarini y Roy López Molina, por haber promovido en el cuerpo declaraciones de preocupación ante la prescripción de la causa; y también a Facundo Alvarado, quien es trabajador del Concejo –en ese momento realizaba la locución del acto– y sobrino de Haiek, una de las víctimas.
La edila de Iniciativa Popular reconoció que «una vida no se puede recuperar», pero consideró que cuando la Justicia interviene puede generarse alguna reparación, algo que no ocurrió con esta causa. “El autor vivió la mitad de su vida prófugo y esto lo hace alguien que tiene vinculaciones con el poder. Esta placa intenta ser un una acto reparatorio”.
“Tenemos muchas víctimas de diferentes hechos, pero siempre a los casos se los denomina con el nombre de las víctimas. y este es el primer caso que se nombra por el nombre del homicida. Eso es algo que me hizo mucho ruido y que hay que reparar”, apuntó la autora de la iniciativa.
A continuación, Schmuck y Gigliani entregaron una copia del texto legal a los familiares Felipe Caruso y Juana Butelo Abramor–padres de Daniela– y a la hermana de María Celeste, Celia Haiek. Junto a ellos estuvieron presentes en el acto sobrinos, hermanos y allegados, entre ellos, Julieta, Luisina, Candela, Agustín Facundo y otra tía, Patricia, y demás presentes.
“Convivimos con este hecho toda la vida”
“Reiteramos lo mismo que venimos diciendo desde hace 26 años, desde que ocurrió este siniestro –afirmó entre sollozos Luisina Simón, una de las sobrinas de Caruso–, por eso es importante que se haga este acto. No solo se tiene que hacer Justicia para María Celeste y Daniela, Pira tiene que pagar”.
Además, rescató que la presencia de la placa en Salta y Oroño, permitirá a las que personas que pasen por ese lugar emblemático, conozcan lo qué ocurrió.
A continuación dijo unas palabras Facundo Alvarado, sobrino de María Celeste, quien reconoció que con la placa y el acto de recordación «se gana al olvido», al mismo tiempo que manifestó su dolor y frustración ante la impunidad porque «Pira sigue libre por las calles».
Cuando le tocó el turno a Celia Haiek, hermana de María Celeste, realizó una fuerte crítica al encubrimiento del victimario. “¿Quién le dio y le da el dinero para mantenerse prófugo? ¿quién le otorgó el pasaporte? ¿quién lo ayuda?”, son algunas de las preguntas con las que inquirió a los presentes. Y luego aseguró: “Porque hacen falta muchos contactos y dinero para hacerlo”.
También asistieron Silvana Teisa, de Todos Hacemos Rosario; Miguel Tessandori, de Volver a Rosario, Norma López, del Frente de Todos-PJ; y Susana Rueda, de Rosario Progresista.