Un tsunami de renuncias en las últimas horas hace tambalear la continuidad del primer ministro Británico Boris Johnson
Por Gerardo Scarcello
El martes por la noche, los ministros de Salud, Sajid Javid, y de Finanzas, Rishi Sunak, anunciaron casi al mismo tiempo sus respectivas renuncias, a raíz de los incesantes escándalos que rodean a Johnson y su ejecutivo. Este miércoles se sumaron los secretarios de Infancia, de Educación, del Tesoro y de Interior, entre otros funcionarios de alto rango.
Las renuncias se debieron entre otros términos a no tener otra opción tras haber transmitido en los medios de comunicación informaciones proporcionadas por la oficina de Johnson que resultaron ser falsas e inexactas, otros lo atribuyen a la falta de confianza en el gobierno, algunos por aciertos de sus funcionarios, que fueron tapados por errores y cuestiones de integridad y falta de liderazgo del primer ministro.
Además, las renuncias en economía por el contexto difícil, con el coste de la vida disparado que hoy padece el Reino Unido.
Igualmente, el premier se presentó ante el Parlamento y prometió “seguir” adelante, pese a los crecientes pedidos de renuncia desde el propio Partido Conservador.
A ambos lados del océano, pasan cosas muy similares, con renuncias y mandatarios que se perpetúan en el poder, con la gran diferencia, que, en esta parte del mundo, algunas económicas Latinoamericanas, como la Argentina, vienen sufriendo desde hace varias décadas, una permanente devaluación en sus economías que no han permitido el crecimiento que se merecen, al menos en nuestro país por el potencial que posee.
¿Las causas? las mismas de siempre, corrupción, reglas no claras, una justicia que tiene fallos vergonzosos, pobreza y también muertes de inocentes por el robo común, y la narco-criminalidad.