Se insinuaba una nueva ofensiva contra Ucrania, que recibiría más armamento de parte de la alianza del Atlántico Norte.
Las fuerzas rusas bombardearon el martes a las tropas y ciudades ucranianas a lo largo del frente en la región oriental de Donetsk, en lo que parecían ser las primeras andanadas de una nueva ofensiva mientras los aliados occidentales se reunían en Bruselas para discutir el envío de más armas a Kiev.
Bakhmut, una ciudad en la provincia de Donetsk y principal objetivo del ejército invasor del presidente ruso, Vladimir Putin, se encontraba en una posición precaria.
“No hay un solo metro cuadrado en Bakhmut que sea seguro o que no esté al alcance del fuego enemigo o de los drones”, informó el gobernador regional Pavlo Kyrylenko a la emisora nacional de Ucrania.
Agregó que la artillería rusa estaba alcanzando objetivos a lo largo de las líneas del frente en Donetsk, que junto con la provincia de Lugansk forma Donbas, el corazón industrial de Ucrania y un objetivo importante para los rusos.
En la medida que se acerca el primer aniversario de la invasión de Rusia, el Kremlin ha intensificado las operaciones en una amplia franja del sur y el este de Ucrania, y se anticipa ampliamente una nueva gran ofensiva, informó la agencia de noticias Reuters.
Informe ucraniano
El ejército de Ucrania informó este martes que sus fuerzas habían repelido ataques en cinco asentamientos en Lugansk y seis en Donetsk, incluso alrededor de Bakhmut, en las últimas 24 horas.
También reportaron que habían rechazado un ataque en una ciudad en la región de Kharkiv, que limita con Rusia en el noreste de Ucrania.
Gran Bretaña indicó este martes que “los mercenarios del grupo Wagner”, que encabezó el asalto ruso a Bakhmut, habían logrado pequeños avances en las afueras del norte en los últimos tres días, pero un avance hacia el sur parecía haber progresado poco, siguió Reuters.
Bakhmut, un centro regional de logística y transporte por carretera y ferrocarril, soportó meses de bombardeos y muchos distritos están en ruinas.
Sólo quedan unos 5.000 civiles de una población de unos 70.000 antes de la guerra, apuntó el gobernador Kyrylenko.
Mientras tanto, las tropas tienen posiciones fortificadas en previsión de peleas callejeras y las autoridades esperan reducir al mínimo el número de personas allí, ya que procederán a las evacuaciones.
La captura de Bakhmut proporcionaría un trampolín para que Rusia avance en dos ciudades más grandes en Donetsk, Kramatorsk y Sloviansk, y le daría a Moscú un nuevo impulso después de meses de reveses luego de su invasión el 24 de febrero pasado.
El jefe interino de la administración instalada por Rusia en Donetsk, Denis Pushilin, comentó que las tropas ucranianas estaban atrincheradas en Bakhmut pero que las fuerzas rusas estaban avanzando.
“Entendemos muy bien que no hay posibilidad de que el enemigo simplemente se rinda allí y deje sus posiciones sin luchar. Todavía no vemos eso, y nuestros muchachos realmente tienen que hacer lo imposible a veces para desalojar al enemigo de sus posiciones atrincheradas, pero vemos progreso de todos modos”, explicó Pushilin en el Canal 1 estatal de Rusia.
Discurso triunfalista
Funcionarios ucranianos también dijeron que los rusos sufrieron grandes pérdidas alrededor de Vuhledar, una ciudad a unos 150 km (90 millas) al suroeste de Bakhmut, incluidos tanques y vehículos blindados, así como personal.
Pero Reuters no pudo verificar de forma independiente los informes del campo de batalla.
Rusia ahora controla franjas de las regiones del sur de Kherson y Zaporizhzhia, incluida su planta nuclear, casi todo Luhansk y más de la mitad de Donetsk, incluida la capital regional.
A pesar de no controlar completamente ninguna de las cuatro regiones, Moscú afirma haberlas anexado todas.
El analista militar con sede en Kiev, Oleksandr Musienko, dijo a Reuters que el impulso ruso en Bakhmut, Vuhledar y Adviivka podría señalar el comienzo de la gran ofensiva. Los combates también se intensificaron en Zaporiyia y Kharkiv, señaló.
La maquinaria armamentista occidental
Desde la OTAN, Jens Stoltenberg indicó que más allá de las discusiones sobre nuevas armas para Kiev, las armas ya entregadas deben seguir funcionando.
Ucrania está usando proyectiles más rápido de lo que Occidente puede fabricarlos.
Alemania anunció que firmó contratos con el fabricante de armas Rheinmetall para reiniciar la producción de municiones para los cañones antiaéreos Gepard que ha entregado a Kiev.
El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, reafirmó que Washington y la OTAN están con Ucrania a largo plazo.
“Esa resolución compartida sostendrá el impulso de Ucrania en las próximas semanas. El Kremlin todavía está apostando a que puede esperarnos”, expresó Austin en Bruselas.
El Kremlin advirtió que la OTAN estaba demostrando su hostilidad hacia Rusia todos los días y se estaba involucrando cada vez más en el conflicto.