¿Sabías que hoy 13 de junio es el día del Escritor?

En momentos donde se debaten otras maneras de expresión en Argentina y en diversas partes del mundo, es importante entender cómo comunicarnos, vía oral o escrita, ya que ambas dependen de cómo y qué leemos, y por ende cómo y qué escribimos

Por: Gerardo Scarcello

 

La tecnología y los métodos de comunicación han cambiado, y en algunas situaciones, distorsionado nuestra manera tradicional de estar conectados. Siglos atrás, era solo la palabra escrita cuidada la única manera de expresión, a que se le sumaron los medios radiales, posteriormente televisivos, y ahora la redes.

Sin dudas que la manera de escribir puede cambiar, y así también la forma de entendernos. Esto hace más difícil ser claros en el mensaje, hasta engranar las nuevas formas, y por momentos da la sensación de que la sociedad no se entiende, y que habla dialectos individuales.

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Mas allá de esto que nos pasa, vayamos a las fuentes y echemos un vistazo de cómo se escribía hace un siglo, a propósito de ser hoy en Argentina el Día Nacional del Escritor en homenaje al natalicio del poeta y escritor Leopoldo Lugones, principal exponente del modernismo en Hispanoamérica.

La obra poética de Lugones es considerada como la inauguración en lengua castellana de toda la poesía moderna,​ además del inicio de todas las experiencias y experimentos de la poética moderna en el idioma español. ​ Fue el primer escritor en hacer uso del verso libre en la literatura hispánica, ​ y con sus cuentos se transformó en el precursor y en uno de los pioneros de la literatura fantástica y de la ciencia ficción en Argentina, ​ además de haber sido uno de los primeros escritores de habla hispana en producir microrrelatos.​

Su vida política pasó por el socialismo, el liberalismo, el conservadurismo y el fascismo.

Del Autor:

He aquí un extracto de EL TAMAÑO DEL ESPACIO, entre otras obras salientes, luego de dar una Conferencia a pedido del Centro de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, el 14 d. agosto de 1920

…La contemplación de la bóveda celeste sugiere a cualquier inteligencia medianamente generalizadora, la idea del mundo en suspensión dentro de dicho cóncavo. Durante las épocas de grosera barbarie, como la Alta Edad Media,  cuya documentación es preciosa al respecto, la tal bóveda asienta sobre la superficie terráquea del propio modo que una campana de cristal; y aunado a la experiencia suministrada por los viajes, primero terrestres, luego de circunnavegación,  enseña a la vez lo ilusorio de aquel fenómeno y la autonomía, de la tierra como una esfera flotante, la bóveda que decíamos transfórmese a su vez en una esfera cristalina hueca que contiene al mundo concéntrico, tal cual la clara de un huevo a la yema.

La experiencia cosmográfica revela después que todos los astros están contenidos a diferentes alturas en la supuesta bóveda, lo cual obliga a imaginar nuevas esferas concéntricas Descúbrase, por último, que no hay tales esferas ni tal bóveda; que la amplificación y la multiplicidad de estas últimas son ilusiones como el propio aspecto cóncavo del cielo, y que el espacio. continente del universo es un abismo.

Pero en todos los casos, desde la primera ilusión hasta la experiencia que la desvanece, el hombre había imaginado detrás de la bóveda, o en el misterio de un estado trascendente, al dios personal de las religiones o a la causa motriz que condicionaría la variedad del universo apreciable, por una suerte de imperativa reducción a la unidad.

La obra completa del autor, escrita hace más de un siglo, nos lleva atrás en el tiempo, y a la vez a repensar la vida actual, para darle el sentido válido donde calmar nuestras ansiedades y dar paso a una relación más humana con el prójimo.

No somos nada ante tanta inmensidad, y solo un fragmento de una obra escrita nos puede llegar a tocar las fibras íntimas, movernos en el tiempo, y en un mismo acto, a cambiar el momento actual.

Con este escrito, solo quiero rescatar la importancia que tiene leer mas, y por ende rendir homenaje a todos los escritores que, pensando en su presente, nos dejaron claves para hacer más simple el nuestro.

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