El mandatario santafesino reseñó las acciones desarrolladas en estos 30 días; dijo que encontró un Estado “donde hubo falta de gestión”, destacó el acompañamiento de la Legislatura y dejó un mensaje contundente: “Tenemos la determinación de pelear contra el crimen organizado”.
Puntual, a las 7.30 que fue la hora a la que estuvieron convocados los medios de comunicación, el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro llegó al Salón Blanco de Casa de Gobierno y saludó, uno por uno, a las y los colegas que esperaban este jueves a primera hora (como ya es costumbre), el balance de su primer mes de gestión.
Primero fue un desayuno, acompañado de una charla informal junto a varios integrantes de su gabinete. Y luego si, en rueda de prensa, centró las metas del primer tramo de su gobierno donde los objetivos fueron muy claros”. El primero, “trabajar fuertemente en la seguridad pública; lograr aislar a los detenidos de alto perfil; sacar a la policía a la calle, y junto al Ministerio Público de la Acusación, retomar investigaciones criminales complejas”.
El segundo objetivo fue “trabajar mucho para mejorar la calidad educativa en la provincia: comenzamos con la no repitencia pero también con la articulación con docentes, maestros y directivos para priorizar las enseñanzas en la provincia”.
El tercer eje “fue la defensa de la provincia ante cualquier embate que pueda tener desde los sectores nacionales”. En ese punto dijo que “hubo mucha gestión donde sentíamos que con medidas del orden nacional se golpeaba al sector productivo; hubo una gestión fuerte para defender la producción santafesina y para poner a la provincia como cabeza del cambio que tiene que venir en la República Argentina”.
– ¿Se encontraron con algo para resolver que costaba más de lo que se esperaba?
– Nos encontramos con un Estado donde hubo falta de gestión. Cuando uno tiene falta de gestión, se encuentra con personal muy desmotivado e infraestructura venida a menos. Silvia (Ciancio, ministra de Salud) hablaba del estado de los hospitales pero también lo decía Victoria (Tejeda, ministra de Igualdad y Desarrollo Humano) del estado de algunos edificios. El estado de las comisarías, de los móviles policiales, de las ambulancias del 107, de la flota de vehículos de la provincia, hace que todo sea más difícil.
Nos encontramos con un gobierno que no estuvo encima de los temas, cuando un gobierno no está encima de los temas sucede que todo está venido a menos y es mucho más difícil levantarlo rápidamente. Pero sentimos que el esfuerzo y las ganas que le ponen los equipos de trabajo que hemos conformado en cada ministerio rápidamente nos van a mostrar un Estado diferente.
– Este miércoles en Diputados, (la ministra de Seguridad de la Nación) Patricia Bullrich destacó el Plan Bandera y habló de la baja en los asesinatos, sobre todo en Rosario.
– Quiero ser prudente con la baja de la violencia porque el período es muy corto. Uno puede analizar una baja de delitos en 11 días y puede analizar una suba de delitos en ese plazo. Nuestro objetivo son los primeros 6 meses. Sí vemos indicadores que, sin estar bien, nos entusiasman: las investigaciones criminales complejas, la policía en la calle; teníamos 20 móviles policiales para todo Rosario, entre 8 y 2 para la ciudad de Santa Fe y eso se ha quintuplicado; el secuestro de las armas de fuego en la vía pública que significa que la policía está en la calle con una actitud proactiva.
Se cumplieron objetivos de pasar a los presos y detenidos de alto perfil a lugares diferentes de detención. En esto quiero saludar el trabajo de la Legislatura, del presidente pro témpore del Senado, Felipe Michlig (presente en la rueda de prensa); de nuestra vicegobernadora Gisela Scaglia, y de la presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García. Me siento muy cómodo y acompañado por la Legislatura porque hemos sancionado leyes que son herramientas muy importantes para la provincia y la inmensa mayoría de las mismas las hicimos por una amplia mayoría.
– En ese contexto hoy se da un hito que es el primer derrumbe de un bunker de drogas en Rosario, tema que era uno de sus objetivos.
– Para nosotros es muy importante intervenir sobre las personas que enferman a la sociedad. No tenemos un criterio garantista de que en realidad se va sobre los perejiles: una persona que en un barrio vende droga es una persona que enferma a ese barrio. No es un perejil, es un delincuente. Los homicidios que tenemos en Rosario, Santa Fe y Rafaela, que son los tres lugares de mayor conflictividad, tienen que ver con el narcomenudeo y, como gobierno provincial, no vamos a mirar para otro lado.
Estoy feliz de que estemos tumbando un punto de venta que hace 15 días estaba vendiendo droga.
– Esto también hizo que su familia salga de la provincia.
– Tenemos la determinación de pelear contra el crimen organizado y no nos van a detener en este camino. Si unos violentos con acciones violentas como balaceras, me amenazan a mi y a mi familia, vamos a utilizar todos los mecanismos para demostrarles que el Estado es más fuerte. Ante la primera amenaza que vino del pabellón 9 (del penal de Piñero), intervenimos. No es lindo que amenacen a mi familia: entendimos que lo mejor era sacarla por un tiempo de Rosario y no sacar recursos a la policía de la provincia (para custodia personal).
Son decisiones que vamos a mantener; los presos de alto perfil que hasta hace un mes creían que podían hacer lo que querían desde la cárcel, hoy están en una cárcel de alto perfil. Y la Legislatura me dio una ley que permite que esos violentos no puedan tener contacto físico ni con sus familiares ni con sus abogados. Este gobierno va a ir a fondo para garantizar de a poco que los vecinos de la provincia vivan mejor.
– En el tema paritarias, los docentes están pidiendo un 50%. ¿La provincia está preparada para afrontarlo?
– Entendemos que todos los trabajadores públicos y privados han perdido ante los grandes niveles de inflación. Para enero se habla de un 30 %, lo cual es muchísimo por las medidas que se han tomado.
Nunca nos vamos a comprometer a una paritaria que no podemos pagar porque eso sería irresponsable. El gobierno no solo tiene que pagar sueldos a los empleados públicos sino que además tenemos que tener patrulleros y ambulancias en la calle, medicamentos y servicios. Vamos a hacer todo lo posible para que los empleados públicos no pierdan ante la inflación. Pero hemos tenido una caída de los recursos que van muy por debajo de los niveles de inflación. La reestructuración de los salarios va a estar atada a la reestructuración de los recursos: vamos a ser muy honestos y a dar la discusión de cada a la sociedad.
– En las últimas horas se llegó a compara a Ecuador con Rosario y se habló de Fuerzas Armadas para la ciudad del sur. ¿Es una posibilidad o está descartado?
– Está descartado en este momento por la Ley de Seguridad Interior. Pero son temas que tenemos que discutir: hay 60 mil hombres y mujeres en las fuerzas armadas que están prácticamente sin cumplir ningún rol. Nosotros vamos a trabajar y para ello propusimos un sistema de seguridad pública, pero 60 mil personas a las que el Estado nacional le está pagando un sueldo para tener muy pocas funciones entendemos que no tiene sentido.
Ecuador tiene grupos criminales que se fortalecieron desde la cárcel porque faltaron controles; nosotros lo empezamos a ver y si no controlamos la cárcel no controlamos la calle. Vamos a controlar la cárcel de la provincia y agradezco a la Legislatura por las herramientas que nos dio. A los violentos que se creen que con amenazas nos van a frenar, les decimos que no, que vamos a seguir adelante y no nos van a detener.
Hoy no es la situación de Ecuador pero la Argentina tiene que tomar la situación del narcotráfico: estamos discutiendo una ley ómnibus en el Congreso, ¿por qué no discutimos la ley de derribo? ¿Por qué no discutimos el rol de las Fuerzas Armadas? ¿Por qué no mandamos a esos 60 mil hombres y mujeres a controlar la frontera y de esta manera movemos a los 68 mil gendarmes para que hagan seguridad interior? Tenemos que pensar en cómo frenamos el ingreso de drogas a la República Argentina y en tener una policía científica más fuerte y un control de encomiendas. Seamos inteligentes en los recursos que tenemos. Lo estamos pensando como provincia pero está claro que la droga no se fabrica acá.