Siete de cada diez argentinos desconfían de los datos de inflación del INDEC

Un reciente sondeo de la consultora Zentrix reveló que el 67,4% de la población no confía en los datos oficiales de inflación publicados por el INDEC. La encuesta fue analizada por el licenciado Claudio David Montiel, director de la consultora, quien dialogó en el programa Digamos Todo acerca de las razones por las cuales existe esta creciente desconfianza y los problemas estructurales detrás de las estadísticas oficiales.

Según Montiel, la percepción de la gente está marcada por la diferencia entre los índices que publica el organismo y los aumentos que los consumidores sienten diariamente en supermercados, alquileres y servicios. “Casi 7 de cada 10 argentinos no ven reflejada la suba del costo de vida en los números oficiales”, explicó. La encuesta no apunta a que la ciudadanía crea que el INDEC miente, sino a que la metodología utilizada no representa adecuadamente el consumo actual. El ejemplo más evidente es la vigencia de la canasta 2004, que aún incluye productos como teléfonos de línea, televisores de tubo o cospeles, mientras deja fuera gastos actuales como plataformas digitales o una ponderación adecuada del alquiler.

En los últimos días, el director del INDEC, Marcos Lavagna, reconoció que habrá cambios en la fórmula de cálculo del IPC, aunque aclaró que se aplicarán después de las elecciones para no generar “ruido político”. La actualización de la canasta de bienes y servicios es un proceso largo que requiere pruebas metodológicas y, según Montiel, ha estado pendiente desde hace más de una década.

De hecho, el retraso se explica en parte por el “parate técnico” que sufrió el organismo durante varios años, lo que llevó a que la última canasta relativamente válida sea la de 2004. Desde entonces, ningún gobierno avanzó en una actualización integral, lo que genera que los números oficiales no reflejen el consumo real de los hogares.

Finalmente junto al equipo de Digamos Todo, el investigador concluyó que el informe de Zentrix evidencia un problema de fondo: la necesidad urgente de actualizar la canasta de bienes y servicios para que el índice de inflación refleje con mayor precisión la economía real de los argentinos.

Send this to a friend