Si te vas a vivir afuera por un mejor futuro, no te creas todo lo que te cuentan: Barcelona “no es tan pet friendly como dicen ” cuenta Fausto
Por Gerardo Scarcello
Antes de comenzar a leer la nota, les contamos que MIGRAR, es como poner en una balanza mental, donde cada uno elige lo que mejor le parece que es más importante, según las preferencias. En el camino siempre se pierde algo.
Fausto Duperre es uno de los tantos argentinos que se fue del país en busca de una mejor calidad de vida. Tiene 25 años, es actor y desde hace dos meses vive en Barcelona, donde consiguió trabajo como camarero.
En medio del desarraigo, que es duro para la mayoría, Fausto necesita del afecto, y su mascota que dejo en Argentina antes de partir, sería una buena carga emotiva que resolvería algo de ese faltante.
Pero nunca se imaginó que esta situación se complicara, o nadie le aviso que podría tener inconvenientes a la hora de conseguir un departamento en el que acepten mascotas para que pueda vivir junto a Oliver, su perro.
Dice el protagonista de esta historia, que Barcelona, no es la ciudad que todos pintan, tan amigable con los animales al menos en este aspecto, ya que, al momento de alquilar un piso, prefieren firmar el contrato con personas que no tienen mascotas. Cuando decís que tenés un perro, te descartan de la lista”, indicó.
El actor lamenta que ni siquiera le den la posibilidad de presentar al animal para que vean que es tranquilo, y no va a romper o morder muebles. “En su condición solo quiere pasear y descansar cómodo”, aseguró.
Rescata el acompañamiento que ha recibido de argentinos que al enterarse por las redes de esta situación le mostraron su disponibilidad para tratar de darle una mano, algo no tan frecuente en un mundo donde prima el egoísmo.
El tomar la decisión de alejarse del lugar de origen, ya es un giro determinante en la vida de las personas, porque si bien hoy los jóvenes son despojados del apego, es salirse de la condición de confort, lo que implica un dejarlo todo, que, si bien hacemos comparaciones, nuestros abuelos inmigrantes tuvieron un plus de aventura mucho mayor teniendo en cuenta que el cruce del océano en barco era un pasaje solo de ida a lo desconocido.
Hoy el mundo tiene sus complicaciones en todas partes, y la diferencia la hace cada uno sobre que está dispuesto a dejar, por otras cosas que le puede interesar mucho más.
En el viaje, se pierden afectos, relaciones, el día a día con los seres queridos, pero se gana tal vez en seguridad, comodidad, estándar de vida, y reglas que cumplir para todos iguales.
“Migrar es una balanza mental de posibilidades y elecciones.”
Nota: Tenemos la palabra de María Fernanda Tavela, que vive en Barcelona, y nos dio su indicación a la hora de buscar departamentos en esa ciudad de España.
Nota: Esto pasa en Londres