Con una muestra y múltiples actividades el Centro de Expresiones Contemporáneas presentó su agenda 2024

Escrito por LT3

Instalaciones, performance, desfiles, feria y música son parte de “Abre CEC”, que propone actividades diversas basadas en co-producciones; espacio abierto de ensayos para escénicas, performance y danza; programa para trabajadores creativos; trayectos de formación; y programa de experiencias participativas en el espacio

El Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC), presentó “Abre Cec”, su programación anual 2024, con la apertura de la muestra “Lo que llevamos. El acto de vestirse como práctica sustentable”, en su amplio espacio ubicado en Paseo de las Artes y el río. El lanzamiento de la propuesta anual de la institución se llevó a cabo el miércoles, ocasión en la que se activaron las múltiples actividades con entrada libre y gratuita, que incluyeron grandes instalaciones en todo el galpón, una performance, feria vintage, desfile y musicalización de Dj Mafer Weber.

 

Esta edición de “Abre CEC” está centrada en reflexionar sobre el presente para pensar en la construcción de un futuro mejor. Se proponen actividades diversas basadas sobre cinco ejes: co-producciones con proyectos colectivos locales de gestión independiente; laboratorios del cuerpo: espacio abierto de ensayos para escénicas, performance y danza; programa para la circulación de trabajadores creativos; trayectos de formación; y programa de experiencias participativas en el espacio.

 

La sostenibilidad, la regeneración, la co-habitacionalidad, el encuentro y la creatividad colectiva serán los lineamientos que guiarán el programa anual del CEC. Algunos de esos diferentes ejes, tienen que ver con la formación y la profesionalización de diferentes sectores; mientras que otros refieren a la coproducción y el trabajo en conjunto con colectivos independientes de la ciudad, con diferentes sectores de la sociedad civil, públicos, privados y autogestivos.

 

Exposición “Lo que llevamos”

En la oportunidad, se habilitó “Lo que llevamos. El acto de vestirse como práctica sustentable”, una exposición que pone en diálogo el trabajo de tres artistas que exploran las tensiones entre cuerpo, espacio y textiles. Incluye las obras ‘Serpent Cosmique’ de Manuel Ameztoy, ‘El color del pecado’ de Manu Brandazza y ‘Ni verdaderas ni falsas’ de Mariela Scafati.

 

La muestra, podrá visitarse de miércoles a sábado de 14 a 20, hasta el 8 de junio inclusive.  Durante los meses que dure la misma, habrá talleres, charlas y activaciones que reflexionen sobre los usos, consumos y prácticas en torno a la indumentaria.

 

“Serpent Cosmique”, de Manuel Ameztoy

Es una pieza que fue comisionada especialmente para la sala central del Musée Hospice Comtesse de la ciudad de Lille (Francia) por el curador Fabrice Bousteau en 2022 en el marco del festival Lille3000 (mayo-octubre 2022) y se presenta por primera vez en Argentina. Se trata de una pieza textil aérea de gran formato, compuesta por paños de no-tejido calados a mano y cosidos formando un gran baldaquino que cubre gran parte de la sala.

 

Los patrones de los calados se componen de formas orgánicas extraídas del clásico de Ernst Haeckel ‘Kunstformen der Natur’ (Obras de arte de la Naturaleza), un libro de litografías y autotipos del biólogo alemán Ernst Haeckel (1834-1919) quien fuera el creador del término “ecologia”. Estas piezas aéreas generan un ambiente recorrible y sensible a los cambios de la luz y el aire, dialogando con el espacio circundante.

 

Manuel Ameztoy es un artista argentino, actualmente viviendo en Buenos Aires. En sus instalaciones de gran formato explora las tensiones entre la escultura y la arquitectura, la ornamentación y el paisaje, el folklore y el arte contemporáneo. Sus trabajos abordan los problemas de la belleza y la fragilidad, y la presencia de obras físicas en el contexto de un mundo cada vez más virtualizado.

 

“Ni verdaderas ni falsas” de Mariela Scafati

Se trata de un video que integra la colección Castagnino+macro desde 2023. En él se registra una performance realizada por la autora en la que se la ve vistiéndose y desvistiéndose con remeras con distintas consignas políticas. En esta obra la artista reflexiona sobre el cuerpo como portador de manifiestos impresos en textiles para vestir.

 

Donación de Leticia Kabusacki y Esteban Lattuca en el marco del Programa de adquisiciones de Fundación ArteBA Colección del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario. Mariela Scafati es una artista argentina, que trabaja a partir de su formación como pintora y serigrafista, pero la técnica está siempre al servicio de una suerte de extraño vitalismo formal.

 

Ya sea cuando cose retazos de tela para componer geometrías, cuando escribe afiches que amplían los mensajes de texto que había en su teléfono durante un período de militancia, o cuando traslada sus prácticas íntimas de bondage a la materialidad del cuadro. En sus obras siempre laten sus intereses más personales: el deseo, la calle, los otros. A través de la obra como acción directa, logra el difícil desafío de conectar sus experimentaciones formales con sus militancias.

 

“El color del pecado” de Manu Brandazza

Una comunidad se junta para llevar prendas blanquísimas estampadas, teñidas y bañadas con barro del Paraná, dándole ritmo y coreografía a este río vestido de alta costura. La acción estará acompañada de música y lecturas en vivo para bailar, posar, caminar, andar, darles cuerpo y vida a estos tejidos.

 

Algunas prendas llevan rostros y frases poéticas, políticas y espirituales referidas al Litoral. El río lo sabe todo, encuentro en el río, ríos libres, yo soy el río, somos el río… Cuerpos visten el río y lo hacen bailar, lo hacen hablar, le dan ritmo y son coautores de esta acción de Moda y Arte.

 

Manu Brandazza es una artista rosarina, que sus últimas producciones evocan el universo ictícola y espiritual del río Paraná a través de texturas sinuosas, circulares y expansivas trabajadas con textiles y barro. El río es el punto de partida que funda a los pueblos y ofrece el cultivo de las más nobles virtudes para la continuidad de la vida, Brandazza, es un discípulo del Paraná. Su obra se nutre tanto de las tradiciones surrealistas litoraleñas, como del universo de la música pop y de la visión de aquellos diseñadores de moda del siglo XX, hasta de las comparsas brasileñas.

 

A su vez, respira un contexto signado por el ecocidio que se desarrolla en las últimas décadas y que ha provocado la bajante más grave del río en 77 años. Desde las fiestas en Ave Porco y El Dorado donde se gestó un arte performático fundamental para pensar la genealogía queer local; hasta su actualidad en Rosario, en su medio ambiente afectivo natal, la obra de Brandazza se ha vuelto una corriente caudalosa de imágenes corpóreas.

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