La investigación se llevó adelante desde la Secretaría de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario junto al Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), organización civil que trabaja a favor de la igualdad de género y los derechos de las mujeres, y en el marco del proyecto “Cerrando Brechas”; y con el acompañamiento de equipos de investigación de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) .
La presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, la secretaria de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario, Mariana Caminotti, y la directora ejecutiva de ELA, Natalia Gherardi, estuvieron al frente de la presentación que se realizó este viernes a partir de las 11.30 en el recinto de sesiones.
También participaron de manera presencial las concejalas María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular; María Luz Ferradas, de Ciudad Futura-FSP; y Lorena Carabajal, del bloque Socialista. Caren Tepp, de Ciudad Futura-FSP; Susana Rueda, de Rosario Progresista; y Andrés Giménez, de Unidad Ciudadana, lo hicieron con la modalidad a distancia.
En el recinto, estuvo presente la directora de Derechos Humanos de la Municipalidad, Alicia Gutiérrez, junto a otros funcionarios de la gestión local e integrantes de equipos de investigación de la UNR.
En el inicio del acto, Schmuck resaltó la importancia de “haber logrado sistematizar todas esas experiencias relatadas y vinculadas a distintos tipos de violencia que las concejalas vivimos en el recinto, en las comisiones, y en ámbitos políticos”.
A continuación, Caminotti agradeció el apoyo institucional del cuerpo para llevar adelante la investigación y reconoció que es la primera en su tipo que incluyó a varones en las encuestas.
La funcionaria expresó que “la hostilidad y las prácticas violentas no son las mismas según el género que las sufre”, además de la forma de vivenciarlas. Además de destacar el trabajo de las investigadoras que participaron, reconoció las normas, ordenanzas y gestiones previas en Rosario que abrieron brecha en políticas de género e igualdad.
Además de plantear que “la paridad política no es un antídoto” señaló que “las prácticas que invisibilizan a las mujeres están presentes en todos los ámbitos», y en ese marco, «los espacios políticos no son una isla”.
Gherardi se refirió a los resultados cuantitativos y cualitativos de la encuesta realizada en abril y mayo de 2021 por investigadoras de la Facultad de Ciencia Política en colaboración del equipo Ela, y que incluyó a 24 concejales y concejalas, 8 varones y 16 mujeres.
Algunas de las conclusiones fueron: Las mujeres tienen que demostrar más y son sometidas a más exigencias para la valoración de su trabajo; a las mujeres se las cuestiona por el “factor emocional”; los varones logran acceder a cargos jerárquicos con mayor facilidad; a las mujeres les lleva más años de militancia política y mayores estudios llegar al mismo lugar de liderazgo que sus pares varones; existe discriminación en las estructuras partidarias; los estereotipos de género atentan contra la participación de las mujeres en la vida política; las formas que adquiere la violencia contra las mujeres muchas veces son sutiles; a las mujeres les resulta mucho más difícil compaginar las responsabilidades domésticas con la vida política que a los varones; la cultura machista sigue vigente en los partidos; a través de prácticas machistas se intenta amedrentar y disciplinar al colectivo de mujeres.
Con respecto a hechos de violencia y acoso, Gherardi apuntó que «las concejalas señalaron que fueron por su aspecto físico, la forma de vestirse o por su idoneidad». También, informó que «fueron víctimas de publicaciones difamatorias y su posterior amplificación» en medios de comunicación y redes sociales». Al 80 por ciento le afectó su bienestar físico y emocional como consecuencia de las situaciones de violencia sufridas.
Además de agradecer, hacia el final, Schmuck valoró positivamente que el cuerpo esté integrado por mayoría de concejalas, lo que permitió avanzar para poner los temas referidos a la equidad de género en la agenda, incluida la violencia política. En ese sentido, destacó que 6 de las comisiones estén presididas por mujeres y resaltó la capacitación en la ley Micaela de manera obligatoria para los concejales varones.
En ese marco, propuso avanzar en un documento para sumar voluntades y continuar poniendo la consigna «sin violencia política» en la agenda pública.
El propósito del estudio fue indagar en los obstáculos para la efectiva participación política de personas de distintos géneros, producir evidencia y contribuir a la discusión de medidas que promuevan una participación social y política más plena en instituciones libres de violencia.
En el marco del estudio que involucró a legisladoras y legisladores de todo el país, se llevó a cabo una encuesta a concejalas y concejales locales, con el acompañamiento de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario.