Vapeo: mitos, riesgos y por qué no es una alternativa segura al cigarrillo

El vapeo, una práctica que ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente entre los jóvenes, no es tan inocuo como muchos creen. Aunque se promociona como una alternativa “más segura” al cigarrillo tradicional, los expertos advierten sobre sus riesgos para la salud. En diálogo con LT3, el médico cardiólogo Hernán Provera, médico cardiólogo y Jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA), desmitificó algunas creencias y explicó por qué el vapeo puede ser incluso más peligroso de lo que parece.

¿Qué es el vapeo y por qué se volvió tan popular?

El vapeo consiste en inhalar un aerosol generado por dispositivos electrónicos, comúnmente conocidos como vapeadores o cigarrillos electrónicos. Estos dispositivos, creados originalmente en 2003 como una herramienta para dejar de fumar, han evolucionado y ahora son utilizados por personas de todas las edades, especialmente jóvenes. “El problema es que esto siempre se fomentó como que los que consumían esto inhalaban vapor de agua, pero en realidad no es vapor, es un aerosol con partículas que van directamente al pulmón“, explicó Provera.

La popularidad del vapeo se debe, en parte, a su percepción como una alternativa menos dañina que el cigarrillo tradicional. Además, los dispositivos suelen ser atractivos por su diseño moderno, los sabores frutales y la ausencia del olor característico del tabaco. Sin embargo, esta “moda” esconde riesgos que muchos desconocen.

Los riesgos del vapeo: ¿qué dice la ciencia?

Aunque el vapeo lleva menos tiempo en el mercado que el cigarrillo tradicional, ya hay estudios que alertan sobre sus efectos negativos. “El aerosol que se inhala contiene nicotina, aceites vegetales, vitamina E y otras sustancias que, aunque son seguras para consumir por vía oral o tópica, no están aprobadas para inhalar“, detalló Provera. Estas sustancias pueden causar daños pulmonares graves, como la llamada “enfermedad pulmonar relacionada al vapeo“, que ha llevado a la hospitalización e incluso a la muerte de jóvenes en Estados Unidos.

“En los Estados Unidos hubo 30 fallecimientos de jóvenes que se les atribuyó al vapeo. Todos tenían en común que habían empezado a vapear hacía poco tiempo“, señaló el cardiólogo. Los síntomas de esta enfermedad incluyen dificultad para respirar, dolor de pecho, fatiga y vómitos, y aunque aún no se ha determinado exactamente qué sustancia es la responsable, la asociación con el vapeo es clara.

El vapeo y los jóvenes: una puerta a la adicción

Uno de los mayores riesgos del vapeo es su impacto en los adolescentes. “La nicotina es una de las drogas más adictivas que existen, incluso más que la cocaína“, afirmó Provera. Los jóvenes que comienzan a vapear pueden desarrollar una adicción rápidamente, lo que aumenta las probabilidades de que en el futuro consuman cigarrillos tradicionales u otras sustancias.

Además, el cerebro adolescente es especialmente vulnerable a los efectos de la nicotina. “La introducción de la nicotina en el cerebro adolescente puede llevar a una lucha a lo largo de la vida con la adicción”, explicó el médico. Esto no solo afecta su salud física, sino también su desarrollo emocional y cognitivo.

¿Es el vapeo realmente menos dañino que el cigarrillo?

Aunque algunos argumentan que el vapeo es menos dañino que fumar cigarrillos tradicionales, Provera advierte que esto no significa que sea seguro. “El cigarrillo convencional tiene más de 7.000 sustancias, muchas de ellas cancerígenas. El vapeador todavía no se ha estudiado con la misma profundidad, pero sabemos que contiene sustancias nocivas que pueden dañar los pulmones y otros órganos”, afirmó.

Además, el hecho de que el vapeo sea percibido como “inocuo” puede llevar a un consumo más frecuente y prolongado, lo que aumenta los riesgos a largo plazo. “No estamos recomendando fumar de forma tradicional, pero sí hay que tener una alerta ante esto. El vapeo no es un juego“, insistió el especialista.

Regulación y prevención: ¿qué se está haciendo?

En Argentina, la comercialización, publicidad e importación de vapeadores está prohibida por la ANMAT desde 2011. Sin embargo, estos dispositivos siguen siendo accesibles a través de internet o compras en el exterior. “En otros países no está prohibido, entonces los suelen traer de afuera o gente que los importa sin ninguna habilitación”, explicó Provera.

El cardiólogo destacó la importancia de la educación y la prevención, especialmente entre los jóvenes. “Lo importante es difundir estas consecuencias. Los chicos que consuman o que vapeen van a caer en la adicción a esta droga. El tema es poder salir, y para eso se necesita ayuda de un profesional”.

Aunque el vapeo se presenta como una opción “más saludable” o “menos dañina” que el cigarrillo tradicional, la evidencia científica sugiere lo contrario. Con riesgos que van desde enfermedades pulmonares graves hasta la adicción a la nicotina, el vapeo es una práctica que debe ser abordada con seriedad y precaución. Como concluyó Provera: “No comenzar es la mejor opción. Y si ya comenzaste, saber que no es un juego y que podés pedir ayuda“.

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