El periodista argentino contó que lo interrogaron más del diez veces, que le sacaron “14 fotos” en diversos escenarios, le retuvieron el pasaporte, lo llevaron a “una oficina de aislamiento y deportación” y le hicieron “grabar un video”.
El periodista Jorge Pizarro, quien fue retenido en el aeropuerto de Caracas, aseguró que lo “interrogaron severamente unas diez veces”, a la vez que dijo que lo van a “deportar” debido a que no cumple con “los requisitos de ingreso” a Venezuela.
“Una persona me dijo que por no cumplir los requisitos para el ingreso al país, me van a deportar. Estoy en la oficina de Copa esperando un vuelo porque no sé qué trámites hicieron porque no me pidieron el pasaje y se supone que en ese vuelo me van a subir”, reveló
Asimismo, indicó: “Estoy en una cafetería a la que vine para tener señal de Wifi, estoy rodeado de tres agentes de migraciones uniformados, ellos están en otra mesa y me tienen que acompañar si quiero ir al baño”.
“Me interrogaron unas veces, básicamente con las mismas 8 preguntas, también me sacaron 14 fotos en escenarios distintos, me retuvieron el pasaporte me llevaron a una oficina de aislamiento y deportación y me hicieron grabar un video”, comentó Pizarro quien viajó como enviado especial de Radio Rivadavia, del Grupo Alpha, para la cobertura de las elecciones presidenciales de Venezuela.
En diálogo con Marcelo Longobardi, manifestó: “Cerca de las 2.30 de la mañana, tuvimos una dificultad y tuvimos que estar una hora dentro del avión porque había un problema. Luego hicimos la fila de Migraciones, había una persona que hacia la visualización del pasaporte y, cuando vieron el mío que era argentino, me llamaron aparte”.
“Pensé que era una cuestión de rutina hasta que una señorita con un escudo que decía Ministerio Público Popular, me interrogó severamente sin explicarme por qué. Luego me pasó a otra persona de civil que me volvió a hacer, inexplicablemente, casi el mismo interrogatorio y después me atendió un oficial superior que me volvió a hacer las mismas preguntas”, señaló.
Pizarro continuó: “Cuando osé decirle por qué me preguntaban siempre lo mismo si contesté siempre igual porque eran preguntas como ¿a qué viene? ¿por qué viene? ¿dónde trabaja usted en Buenos Aires?, solo por haberle preguntado eso, casi me pone preso y dijo que las preguntas las hacía él y yo no podía responder nada excepto lo que él me dijera. Ahí entendí lo que estaba pasando”.