Trasladaron a cárceles de máxima seguridad a los cuatro detenidos por el ataque a Cristina Kirchner

La orden la dio la jueza federal María Eugenia Capuchetti. En medio de un fuerte operativo de seguridad, los cuatros fueron trasladados a las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz.

Por Noticias Argentinas

Los cuatro detenidos por el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner fueron trasladados a cárceles de máxima seguridad, por disposición de la jueza federal María Eugenia Capuchetti.

La orden de la magistrada al Servicio Penitenciario Federal incluyó a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, considerados como “coautores” del intento de homicidio de la titular del Senado; a Agustina Díaz, amiga de Brenda, y a Nicolás Gabriel Carrizo, señalado como jefe del grupo de los “copitos”.

De acuerdo a lo establecido, el primer detenido, Sabag Montiel, quedará alojado en el complejo I de la cárcel de Ezeiza, al igual que Uliarte y Díaz, en tanto que Carrizo fue derivado a la unidad de Marcos Paz.

El oficio de la jueza había sido firmado el 21 de septiembre, y finalmente se concretó este viernes por la tarde

En el pedido, Capuchetti solicitó “extremar los recaudos necesarios a fin de salvaguardar su integridad psicofísica en razón de las particularidades de los hechos investigados”.

Por esa razón, los traslados se dieron en el marco de un fuerte operativo de seguridad que tuvo lugar en las inmediaciones del Palacio de Tribunales, donde los imputados fueron ingresados a la alcaidía, la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal.

Este jueves, la Sala I de la Cámara Federal porteña ratificó el rechazo de la excarcelación de Díaz, detenida a partir del cruce de mensajes con Uliarte.

Ahora, resta que Capuchetti defina la situación procesal de Díaz así como del cuarto detenido Nicolás Carrizo. En tanto, ya procesó días atrás a Sabag Montiel y su novia Uliarte por tentativa de homicidio.

El pasado 1 de septiembre Sabag Montiel gatilló un arma de fuego a escasos centímetros de la cabeza de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en momentos en que ella saludaba a manifestantes que la esperaban en las puertas de su casa en el barrio porteño de Recoleta.

 

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